Encapuchados formaron la espantosa y vandalizaron estación de Transmilenio

La emblemática Universidad Nacional de Colombia ha sido escenario de una serie de enfrentamientos entre estudiantes encapuchados y las autoridades durante el último mes. Todo inició tras la elección del sucesor de la ex rectora Dolly Montoya Castaño, con José Ismael Peña ocupando el cargo. Esta designación no ha sido bien recibida por parte de la comunidad estudiantil, desencadenando un continuo ciclo de protestas y disturbios.

Ante la persistente agitación, la toma de posesión del nuevo rector ha sido suspendida hasta nuevo aviso. A pesar de los esfuerzos por mantener la seguridad en el campus, con la asignación de más de 500 policías por parte del distrito, la situación sigue siendo volátil.

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El día 16 de abril, la tensión alcanzó un nuevo nivel con enfrentamientos adicionales entre encapuchados y las autoridades, lo que resultó en un caos vehicular en la Avenida 26, según reportes de la emisora FM. Además, se informó que más de 20 individuos se habían tomado el edificio de la Facultad de Sociología de la universidad, supuestamente con la intención de usarlo como laboratorio para la fabricación de explosivos. Se reportó también que cuatro personas se encontraban secuestradas dentro del edificio, mientras que el personal de seguridad de la institución trabajaba para resolver la situación.

La escalada de violencia no se limitó al campus universitario. Se registraron actos de vandalismo en la Carrera 30 con Calle 45, donde encapuchados comenzaron a destrozar los vidrios de los paraderos de Transmilenio. La intervención de la Unidad Nacional de Mantenimiento del Orden (UNDMO) fue necesaria para contener la situación.

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La situación se complicó aún más con el bloqueo de la Avenida NQS con Calle 45, en dirección Norte-Sur, lo que provocó un cierre vial en la Calle 63 y Calle 53. Como medida de precaución, se recomendó a los conductores tomar la calzada lenta desde la Calle 63 y dirigirse hacia el occidente desde la Calle 53 para evitar las zonas de conflicto.

La Universidad Nacional enfrenta uno de sus momentos más difíciles en términos de seguridad y estabilidad, mientras las autoridades y la comunidad estudiantil buscan una salida pacífica a esta crisis.