Han aumentado las denuncias contra el Esmad por hechos de violencia en Bogotá

Muchas de estas denuncias se concentran en acciones del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD), que dependen del Ministerio de Defensa y no del Ministerio del Interior o Justicia, como se esperaría por la naturaleza civil de sus funciones.

 El ente de control preventivo insistió en que la reforma del ESMAD no sólo es una solicitud ciudadana, sino también de organismos internacionales como Naciones Unidas, que en su informe anual  de 2019, señaló la urgente necesidad de adelantar una transformación profunda al Escuadrón Móvil Antidisturbios. Específicamente, en lo concerniente a  sus protocolos para el uso de la fuerza.
 
Al alarmante aumento de las denuncias contra miembros de la policía se suman hechos como los siguientes
 

1). Sistematicidad de la violencia policial contra la Protesta Social

En un fallo de 2020 la Corte Suprema de Justicia sobre los hechos que tuvieron lugar en las protestas de 2019 en Colombia, calificó de “sistemática” la violencia ejercida por la fuerza pública contra manifestantes y se refirió a la incapacidad institucional del ESMAD para mantener el orden público a través del uso racional y moderado de las armas disponibles (STC7641 2020). 

Dos años después, en 2021, el Paro Nacional que inició el 28 de abril y que duró cerca de dos meses, habría dejado como balance 3.486 casos de violencia policial de los cuales 44 son asesinatos atribuibles según organismos directamente a la fuerza pública, además de 28 casos de violencia sexual según las organizaciones Indepaz y Temblores.  

En Bogotá habrían tenido tenido lugar 3 de estas muertes, 10 victimas de violencia sexual (Temblores ONG, 2021) y al menos, 361 civiles lesionados (Alcaldía Mayor, 2021).Por su parte, la Jurisdicción Especial para la Paz – JEP, señaló en un comunicado del mes de julio de 2021 que Colombia sería el segundo país con la más alta tasa de muertes violentas por día de protesta, con una muerte cada 36 horas, situándose justo después de Birmania.
 
2). Fallas en Protocolos de manejo de armas e inobservancia de manuales
 

Entre estas fallas, recientemente fue denunciado por Human Rights Watch el uso del arma Venom, compuesta por proyectiles de gases lacrimógenos y bombas aturdidoras que por su mecanismo de disparo múltiple afectan de manera indiscriminada a residencias, manifestantes, peatones e incluso a los mismos uniformados. 

En este sentido, la Veeduría manifiesta que le preocupa la inobservancia al principio de publicidad de los procedimientos policiales, “ya que se han recibido numerosas denuncias de agresiones contra ciudadanos por grabar y por ocultamiento de insignias de identificación de los uniformados". 
 
Ejemplo de ello, según la Veeduría es el uso de armas de letalidad reducida en contra de los cuerpos de las personas para dispersar protestas y la utilización de gases lacrimógenos en zonas residenciales. 
 
La Veeduría realizó un llamado para que se revise el nivel de la efectividad de las intervenciones de esta unidad para repeler actos violentos en medio de la protesta social, teniendo en cuenta hechos como los ocurridos en octubre de 2020.

Sólo entre el 28 de abril y el 8 de junio de este año el ESMAD ha realizado 447 intervenciones (SDG 2021).