Hermanos Uribe crearon un plan criminal para ocultar a Yuliana Samboní: Fiscalía
Para la Fiscalía General existió un “plan criminal” por parte de los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera para desviar la investigación que se adelantaba por el secuestro de la niña Yuliana Samboní registrado en la mañana del 4 de diciembre de 2016 en el barrio Bosque Calderón, en el nororiente de la capital de la República.
Desde que recibieron la llamada de los agentes del Gaula, los dos hermanos emprendieron las acciones correspondientes para ubicar a su hermano Rafael Uribe Noguera –quien en ese momento era sospechoso del rapto- pero no para darle aviso a las autoridades sino para ocultarlo y evitar cualquier que pudiera ser contactado o ubicado para ser interrogado por el paradero de la niña de siete años.
En este sentido señaló que pese a tener un conocimiento claro sobre la ubicación de la camioneta en el parqueadero del edificio Equus 66 nunca le dieron aviso a las autoridades. Situación que se agrava al poder ingresar al apartamento en el que se encontraba Rafael y en el que estuvieron cerca de una hora y media.
“Aquí lo relevante es el conocimiento que tanto la señora Catalina y el señor Francisco en efecto no solo tuvieron frente al secuestro, sino que además actualizaron por diferentes medios y con base en lo cual decidieron voluntariamente actos positivos tendientes a que su hermano eluda la acción de las autoridades de policía”, precisó la representante del ente investigador.
Considera que las pruebas las permitieron inferir que tras conocer sobre el secuestro de la menor de edad no realizaron las acciones que les exigía la ley para ayudar para dar con su ubicación, sino que hicieron todo lo posible para sacarlo del lugar en el que se encontraba, esto es el apartamento 603 del edificio Equus 66 en el sector de Chapinero Alto.
Le puede interesar: SOS por cantidad de venezolanas en prostitución en Tolima
“El conocimiento de un posible secuestro de una menor de edad que involucraba la camioneta de placas VMO-960 lo tuvieron los acusados desde el 4 de diciembre de 2016. Para el señor Francisco Uribe Noguera por lo que le informaron telefónica y personalmente los agentes del Gaula y para Catalina Uribe Noguera por lo que en principio le informó la señora Andrea Arboleda (esposa de Francisco)”, manifestó la fiscal del caso al hacer referencia al hecho que las autoridades le pedían información por la ubicación del vehículo no de la niña.
A las 2 de la tarde –señaló- Catalina Uribe Noguera sabía que su hermano estaba en efecto en el edificio Equus 66 pese a lo que le manifestaba el vigilante. La fiscal cuestionó que ella misma tuvo conocimiento directo de la existencia de un zapato blanco de talla infantil en el vehículo “y pudo confirmarlo de la boca del mismo Rafael cuando al increparlo de manera violenta sobre el paradero de la niña él le aseveró que sí la había secuestrado en la camioneta pero la bajó porque gritaba mucho”.
La delegada del ente investigador señaló que pese a que tenían toda esa información los hermanos se cobijaron de manera indirecta en el artículo que prohíbe declarar en contra de los familiares cercanos. “La conducta que se les reprocha judicialmente es la de haber tomado un curso de acciones (…) cuya finalidad era que el señor Rafael eludiera la autoridad policial”.
En sus alegatos reprochó que Francisco Uribe Noguera sabía que se estaba adelantando una investigación en contra de su hermano, la información que tenía la policía, “que no tenían la menor idea de la existencia del edificio Equus 66”. Todo esto le permitió tomar una cierta ventaja y poner en marcha el plan para proteger a su hermano.