A mediados de noviembre, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), entregará al Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Justicia y el Derecho, el plan de mejoramiento de la cárcel La Picota, luego de escándalo de los excesos de la fiesta que duró siete días.
La reestructuración del penal surge luego que las graves irregularidades que se han presentado en el último año, en el que ha sido protagonista de varios hechos de corrupción y del ingreso ilegal de elementos prohibidos, fugas y salidas clandestinas.
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Según informó, el nuevo director de La Picota, el dragoneante Horacio Bustamante, se busca reformar la cárcel en aproximadamente un año, garantizando la reestructuración de la seguridad de todos los pabellones y de los límites de la edificación para evitar que se sigan ingresando ilegalmente bebidas embriagantes como alcohol, comida de alto costo, sustancias y otros elementos prohibidos.
"Vamos a apostarle muy fuerte al cambio de cultura organizacional, La Picota se tiene que transformar, vamos a hablar de dignificación de derechos humanos, de jornada laboral digna para el trabajador y además vamos a trabajar en un plan de desarme con los privados de la libertad", afirmó.
El plan será socializado con el ministro de Justicia, Néstor Osuna, con el objetivo de tomar las medidas pertinentes para atender la crisis de seguridad que se presenta en La Picota.
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En ese sentido, reveló que hay lugares de ese penal que no tienen candados y que los reclusos prácticamente deambulan por varios pasillos sin control.
En un primer diagnóstico, el Inpec detectó que existen caletas en las que los reclusos del pabellón de extraditables, guardan elementos prohibidos como sustancias restringidas, licores importados y dinero, entre otros.
Ante esta situación, esa entidad, con apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, utilizará el polígrafo como herramienta para detectar hechos de corrupción en ese penal.
“Nos van a ayudar con equipos de entrenamiento, por eso enviamos alrededor de 60 guardianes para que se capaciten en temas técnicos y tecnológicos”, dijo.
Agregó que “los guardianes serán sometidos a polígrafo. Es responsabilidad también de la Embajada ayudarnos frente a eso y queremos tener una gente especializada y dedicada en el control de polígrafo periódicamente, para todos los guardianes y funcionarios”.
Bustamante advirtió que, “tenemos unos privados de la libertad que no tienen candados y que deambulan por su fase de seguridad y que tienen ese privilegio en ciertas áreas. Ahí tenemos unas falencias que ayer diagnosticamos y ese remedio es posible que mañana o por tardar el lunes lo tengamos”, afirmó
Explicó que desde los barrios que están ubicados en la parte alta de la cárcel, estarían lanzando elementos prohibidos a los reclusos. El hueco que encontró el Inpec tiene una extensión cercana a los 900 metros, por donde también estarían ingresando los excéntricos elementos que son usados para las parrandas de los que están siendo requeridos en extradición.
Por su parte, el director del Inpec (e), coronel Daniel Gutiérrez, reconoció que “tenemos vulnerabilidades en la seguridad y seguramente habrán también algunos de nuestros guardianes que se han prestado para actividades irregulares o de corrupción, pero no quiere decir que todos seamos corruptos”.
Finalmente, el funcionario señaló que se ha detectado que tanto en la noche como en algunas horas del día, desconocidos están utilizando drones que sobrevuelan la cárcel La Picota.
“Tenemos información de inteligencia del uso de drones dentro del perímetro de La Picota y no tenemos por ejemplo el aparato de frecuencia para apuntar los drones y derribarlos, porque no podemos hacer uso de las armas de fuego. Por eso nos quedamos viendo como sobrevuelan por encima”, concluyó.