Cuchillo, Navaja, Puñal
5 Mar 2019
11:42 AM
Karateca que daban por muerto tras ser apuñalado en Kennedy está 'vivito y coleando'
El muchacho de 25 años de edad recibió dos puñaladas en medio del robo de su teléfono celular.
Un muchacho, al que chismosos habían dado por muerto luego de ser atacado con cuchillo por el robo de su teléfono celular en la localidad de Kennedy en el pasado 13 del mes de febrero de este año, está ‘vivito y coleando’.
José Anderson Álvarez, de 25 años de edad, relató en la emisora La Cariñosa de RCN Radio que tres tipos le salieron por el camino para hurtarle sus pertenencias y al momento de presentarse un forcejeo recibió dos profundas puñaladas, una en la axila y la otra en el pecho.
El ‘pelao’ relató en el noticiero Alerta Bogotá que los malandros, al verlo tirado sobre un pastizal, se ‘esfumaron como por encanto’ y él casi desgonzado y viendo el túnel, le pidió a un taxista que pasaba por el sitio que lo auxiliara y llevara a un hospital cercano, pero el ‘canario’ al verlo en semejante condición, le metió la ‘chancleta’ al acelerador para dejarlo a su suerte.
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Como si fuera enviada por Dios, la tripulación de una ambulancia que transitaba por la zona se percató del ciudadano y la paramédica, de nombre Alexandra, se bajó del carro para evaluar al herido y tras verle semejantes puñaladas, lo llevó hasta las instalaciones de la Clínica Medical en Kennedy Central, en donde, tras un trabajo de reanimación y una delicada cirugía, logró salir con vida del quirófano y milagrosamente se recuperó en la Unidad de Cuidados Intensivos.
José Anderson indicó que se sorprendió al ver que amigos y parientes llegaban llorando al verlo vivo, porque desocupados pusieron a circular la versión que en la acción delincuencial había ‘colgado los guayos’ y hasta invitaban a su funeral, chisme que copiaron periódicos locales.
Desde el pasado 18 de febrero, médicos especialistas de la IPS le dieron de alta al auxiliar de bodega y amante de las artes marciales e indicó que luego de sanarse totalmente, seguirá practicando las llaves maestras del Kun Fú y manejando de manera sabia los chacos.
