Cada gota cuenta: ¿Lluvias del jueves ayudaron a llenar los embalses?

Las intensas lluvias del jueves pasado trajeron un rayo de esperanza a la ciudad de Bogotá y municipios circundantes que se han visto afectados por la severa escasez de agua debido a la baja de los embalses. Sin embargo, a pesar de este respiro momentáneo, la situación sigue siendo crítica.

La capital colombiana se encuentra actualmente bajo un régimen de racionamiento de agua debido a los niveles excepcionalmente bajos de los embalses que la abastecen. Este racionamiento se ha dividido en nueve sectores, con suspensiones del servicio de 24 horas según el día asignado.

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El fenómeno del Niño ha exacerbado la crisis, provocando altas temperaturas y sequías prolongadas, lo que ha llevado a una disminución significativa en los niveles de agua. Aunque se espera que este fenómeno llegue a su fin a finales de abril, el suministro de agua aún enfrenta desafíos considerables.

El Alcalde de Bogotá reportó que el día de la lluvia, el consumo de agua disminuyó considerablemente, marcando el día de menor consumo desde que se implementó el racionamiento. Sin embargo, a pesar de este alivio temporal, la meta de ahorro de agua aún no se ha alcanzado completamente.

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Con un nivel de los embalses del Sistema Chingaza del 14.9% al 18 de abril, la meta para finales de este mes es llegar al 20%. Aunque las lluvias han contribuido a esta mejora, el suministro de agua sigue siendo insuficiente y se necesitan más precipitaciones para revertir completamente la crisis.

Hoy, el racionamiento afecta a la zona 9, que estará sin suministro de agua durante las próximas 24 horas. Se hace un llamado a la ciudadanía para que continúe con medidas de ahorro de agua, como duchas cortas y evitar el uso innecesario del recurso.

Bogotá enfrenta un desafío formidable, pero con solidaridad y esfuerzo conjunto, la ciudad confía en superar esta crisis.