Museo Botero: Exposición de obras que rompió con estereotipos de belleza por sus gordas
Colombia amaneció en la mañana de este viernes 15 de septiembre con una lamentable noticia, y es que el gran maestro Fernando Botero, partió del mundo terrenal a sus 91 años.
Botero fue uno de los artistas colombianos más destacados a nivel nacional e internacional. Fue tanto su legado, que en el país hay varias plazas y lugares que llevan inmortalizado su nombre.
En Bogotá, por ejemplo, en el año 2000 se fundó el Museo Botero, un lugar que se abrió gracias a la donación del artista al Banco de la República, en el que se exponen 123 obras de su autoría y 85 más de artistas internacionales, en el cual componen colecciones valiosas del arte moderno y contemporáneo.
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Este lugar es el más ideal para aquellos visitantes que quieran conocer lo mejor del arte del siglo XX y se ubica en la Calle 11 #4-41, en plena manzana cultural del Banco de la República, precisamente en el barrio La Candelaria, que es uno de los históricos del centro de la capital del país.
Más allá de las galerías que pueden encontrar las personas en este lugar -que es uno de los favoritos de los bogotanos y en el cual hay diferentes actividades- llama la atención por una particularidad, y es que es uno de los museos que rompió con los estereotipos de belleza.
Y es que Botero se caracterizó por ir más allá de lo que la sociedad contempla como la mujer ideal, que siempre tenía que ser delgada, con medidas y atributos casi perfectos.
Fue así, que el destacado artista paisa rompió con estos estereotipos y comenzó a pintar mujeres de talla grande, que en el mundo artístico se les conoció como “Las Gordas de Botero”.
En una entrevista con el medio Vanity Fair, Botero destacó que “la mujer es el tema favorito de los artistas. Hay en ella poseía que a todos ha llamado la atención. Mi estilo proviene de la convicción de que la voluptuosidad de la forma es un gran motivo de gozo y el arte debe dar placer”, explicando el porqué pintaba mujeres así.
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Además, agregó que este placer lo proporcionó por el volumen, teniendo en cuenta que “mis primeras acuarelas eran volumétricas. La pintura era plana en la Edad Media y después vivieron los italianos y crearon el volumen, que era un milagro que sigue siéndolo. Es como un rayo que todos lo vemos y por eso no nos damos cuenta del milagro que es”.
Es así que este museo quedará inmortalizado en Bogotá como aquel que rompió el estereotipo y que gracias a su pensamiento pudo abrir la mente de muchas personas que viven de complejos, demostrándoles que también son arte ante los ojos ideales.