Hace pocos días una mujer pasó por un momento de desespero y preocupación al no tener noticias de su hija, quien estuvo desaparecida por dos días. La madre relató que su pequeña de tan solo once años había sido secuestrada por un vecino de la localidad de Engativá.
Según se pudo conocer, la niña, sin identificar, aceptó una invitación del hombre a almorzar, y luego este le pidió que lo acompañara a un lugar cerca a buscar algo. El secuestrador la llevó hasta la puerta de su casa, y al abrir la puerta, tomó a la menor por el brazo, le tapó la boca, y la llevó hasta a su habitación. Estando allí, la durmió con alguno tipo de droga.
Hasta los momentos no se tiene información de dónde distingue la niña a dicha persona y por qué aceptó su invitación, sin embargo, la madre que dice no conocerlo, explicó que el delincuente la mantuvo esos días amarrada de pies y manos.
“Al no saber nada de ella, comencé a buscarla por todo el barrio, tocando puerta por puerta. De hecho, mi hija me dijo que ella me escuchó cerca y que el hombre la volvió a dormir para que no gritara”.
A las pocas horas, la impaciente mujer halló a su pequeña niña sentada en la calle, desorienta y con frío. Todo parece indicar que la menor logró huir de la casa del secuestrador en un momento de descuido de este.
El hombre, quien tiene antecedentes judiciales por acceso carnal violento, fue detenido por la policía luego de ser señalado por la menor de edad como su raptor.
La audiencia de legalización de captura, la imputación de cargos y la medida de aseguramiento se lleva a cabo en la URI de La Granja.