Por equivocación habrían quebrado al joven estudiante de 21 años de edad que resultó baleado frente a un taxi parqueado el pasado sábado 29 de febrero, en una calle de la localidad Rafael Uribe Uribe, en el sur de Bogotá.
Gladys Molina Motta, madre del ultimado, identificado como Jhon Jairo Molina dijo en la emisora La Cariñosa 610 AM de RCN Radio que su retoño observó que el tío llegó al sector Cultivos del barrio Diana Turbay y se acercó a ese ‘zapatico’ para saludarlo y hablar con él, cuando de repente un sujeto junto a una vieja se le acercó para encenderlo a ‘plomo’.
El recién graduado como contador público intentó correr, pero cayó desgonzado a los pocos metros producto de los proyectiles recibidos, siendo recogido por almas caritativas en estado agonizante y llevado de urgencia al Centro de Atención Médica Inmediata CAMI del Diana Turbay a donde llegó sin signos vitales.
‘Misia’ Gladys comentó en el noticiero Alerta Bogotá que, al parecer, el atentado iba para el tío, al que ‘le tenían ganas’ porque así lo manifestó la pareja , ya que afirmaron ser contratados por un enemigo para matar al viejo, pero por el afán y la adrenalina le dieron al ‘pelao’ por error.
La señora Molina Motta manifestó que increíblemente a los agarrados señalados del crimen los dejó en libertad un juez de la República, porque al parecer el procedimiento de captura por parte de la Policía no se hizo de la mejor manera.
Jhon Jairo Molina iba a ingresar a trabajar en una entidad bancaria esta semana tras ayudarle por varios años a la abuela en un taller de costura. Su familia, mientras le adelanta el sepelio este martes 3 de marzo, espera que se aclare la muerte del ser querido.