Una vecina de la localidad de Bosa en el sur occidente de Bogotá, por estos días anda ‘paniqueada’ al denunciar que a través de la ventana le arrojaron un artefacto explosivo que gracias a Dios no explotó o de lo contrario le estarían haciendo el novenario.
La asustada ciudadana comenta que desde esa fecha no ha vuelto a dormir tranquila en su casa del barrio El Recreo.
Agentes especiales al conocer el caso, arribaron con sus elementos especiales para tratar de tomar el explosivo con mucho cuidado y se llevaron la sorpresa que era el inofensivo casco de una granada de humo utilizada por el grupo Esmad de la Policía que no explota, ni es toxica, solo sirve para dispersar público.
Los expertos dicen que el elemento que contenía el químico llevaba varios días de haber sido utilizado por la fuerza pública y lo único que causó fue destruir el vidrio de la ventana al ingresar.
Se pudo establecer que el elemento tampoco dañó ningún electrodoméstico como televisor, ni quebró algún jarrón o porcelana.