Una patrulla con cuatro agentes del orden a bordo que hacía ronda en calles de la población de Facatativá en Cundinamarca, le salvaron la vida a un parroquiano que estaba a punto de recibir un mortal balazo por parte de un alterado sujeto que le apuntaba con el cañón del ‘tote’ en la cabeza.
El hecho se presentó en la noche cuando los agentes del orden observaron que un hombre con cara de loco le apuntaba a un pobre parroquiano que estaba más blanco que un queso campesino.
Al proyectarle las luces altas de la nave oficial, el agresor que estaba a punto de sacar de este mundo al parroquiano con semejante ‘tote’, bajó el arma y se rindió ante la autoridad competente, para luego ser puesto a órdenes de un despacho de la Fiscalía General de la Nación.
El salvado de la muerte, con piernas temblorosas agradeció a los uniformados, catalogándolos como verdaderos ángeles, ya que pensó que de ‘esa no pasaba’ y se estaba encomendando a Dios.