San Victorino, un barrio que se transformó a punta de su actividad comercial
Uno de los barrios más conocidos que hay en Bogotá es San Victorino, este sector está ubicado en pleno corazón de la ciudad y si algo lo caracteriza es la fuerte actividad comercial que hay en cada uno de sus rincones, donde se puede encontrar ropa, textiles, calzado y libros que se pueden comprar a muy buen precio.
Desde tiempos memorables, San Victorino ha sido un barrio marcado por el comercio y la gran cantidad de vendedores que se ubican en este sector para distribuir sus productos. En sus inicios, este estaba en la entrada occidental que llevaba al municipio de Honda (Tolima).
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En la época colonial (entre los siglos XVI y XVIII), San Victorino era una de las cuatro parroquias que conformaban la antigua Santafé, junto a la capilla fundacional y las iglesias de Las Nieves y Santa Bárbara.
En la segunda mitad del siglo XVIII llegó a Bogotá el Fray Domingo Pretes, un monje y arquitecto español que pertenecía a la orden de los capuchinos. Él se encargó de construir una pila de agua en la plaza, la cual funcionó hasta finales del siglo XIX.
San Victorino también tomó parte durante la época de la Independencia en Colombia, ya que fue sede de la junta popular de los chisperos (liderada por José María Carbonell) y escenario de la batalla de 1813 entre las tropas centralistas, lideradas por Antonio Nariño y las federalistas, comandadas por Antonio Baraya.
El inicio de la actividad comercial
En el siglo XX comenzó la expansión de San Victorino a partir de la llegada masiva de campesinos, quienes emigraron a Bogotá para huir de la época de La Violencia. Para ello, se instalaron las famosas Galerías Antonio Nariño, unos locales comerciales establecidos en 1962 por el entonces alcalde Jorge Gaitán Cortés.
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Hablando de Antonio Nariño, el 20 de julio de 1910, en conmemoración a los 100 años del grito de Independencia, se inauguró en este sector un monumento al prócer, el cual se trasladaría a la plaza de armas de la Casa de Nariño, sede de la Presidencia de la República.
Plaza de la Mariposa
La transformación urbana que ha tenido Bogotá a partir de los años 90 favoreció el crecimiento de San Victorino. El 19 de junio de 2000 se desmantelaron las Galerías Antonio Nariño para darle paso a uno de los grandes atractivos del barrio: la Plaza de la Mariposa.
El escultor colombiano Édgar Negret se encargó de construir “La gran Mariposa” que adorna la Plaza de San Victorino, un lugar que, al igual que el barrio, todavía guarda los recuerdos de cómo Bogotá pasó de ser una villa colonial a la gran “ciudad de todos”.