Mientras la víctima y su pareja caminaban por el lugar, Casallas Zamora en compañía de un menor de edad, utilizando supuestamente armas blancas, no solamente hurtaron elementos de valor y dinero en efectivo sino que, además, habría abusado sexualmente de la mujer. 

La joven tuvo que soportar palabras soeces, también la despojaran incluso de sus zapatos. La Fiscalía reveló que mientras la víctima era sometida a vejámenes, veía como su compañero era amenazado con el arma blanca para que no interviniera.

El menor que acompañaba a Casallas Zamora también habría ejercido violencia sexual contra la víctima. Durante la audiencia, la Fiscalía exaltó el valor de la víctima que denunció a agresor y, desde allí, se inició la investigación que permitió que se recaudaran pruebas suficientes para advertir la supuesta responsabilidad del sujeto. 

Por lo mismo, la Fiscalía le imputó los delitos de acceso carnal violento agravado, hurto calificado y agravado. Sin embargo, el procesado no los aceptó. A través del Instituto Nacional de Medicina Legal se practicaron los exámenes para determinar, a través del ADN, la responsabilidad del agresor.

Abusador sexual en serie

La Fiscalía logró determinar que el indiciado estaría relacionado con otros dos ataques sexuales que ocurrieron en el Parque Nacional con el mismo ‘modus operandi'.

También se le vincula con ocho hurtos cometidos en esa zona de la ciudad de Bogotá. La investigación permitió determinar que al parecer el individuo pertenecería a la banda delincuencial conocida como Los Mono – Toro.

La identificación del presunto delincuente se logró a través de reconocimiento fotográfico, donde además individualizado el menor que habría participado del hecho.

La Fiscalía finalmente solicitó a la juez que ordene que se le practique un examen de ADN al acusado, para cotejar los resultados con las pruebas obtenidas de la víctima y determinar si es responsable del abuso.