Sujeto señalado de matar a joven policía en Suba sonrió ante las cámaras tras ser atrapado
En las próximas horas, deberá enfrentar a la justicia, el intolerante muchacho barranquillero que asesinó el pasado domingo 29 de agosto de este año 2021 en las horas de la madrugada, a un joven patrullero de la Policía en las afueras de una zona de rumba del noroccidente de la capital del país.
El coronel Misael Quiroga, alto oficial de la Metropolitana de Bogotá (Mebog) indicó en la emisora La Cariñosa 610 AM, que el homicidio ocurrió luego de las 3:00 am en el sector del Rincón de la localidad de Suba, cuando los efectivos de la institución acompañaban la salida de rumberos de bares, discotecas y tabernas rumbo a sus sitios de residencia.
El uniformado asesinado fue identificado como Luis Edilberto Ocampo Ramos de tan solo 24 años de edad, oriundo de Villavicencio en el departamento del Meta y con casi seis años de servicio en la institución, quien estaba con otros compañeros en el momento de recibir la mortal puñalada por la espalda de parte del agresor, con anotaciones por actos violentos, el cual a la hora de ser atrapado y esposado, sonrió ante las cámaras.
El servidor público fue llevado de urgencia por sus colegas a las instalaciones de la Clínica de la Colina de la Calle 167 con la Carrera 72 en donde no aguantó la mortal lesión y partió de este mundo.
Se pudo establecer que el patrullero Ocampo Ramos intentó revirar por una compañera de labores en medio de una riña de borrachos, cuando de repente recibió a ‘mansalva’ y de forma traicionera, una lesión con hoja metálica por la espalda.
Harold Ocampo Ramos, hermano del asesinado comentó en el noticiero Alerta Bogotá que, por el crimen de su ser querido, su señora madre está devastada y en la familia de policías, padre, tíos, primos y hasta novia patrullera, solo esperan que todo el peso de la justicia caiga sobre ese tipo.
El cuerpo sin vida del patrullero Ocampo Ramos será entregado en las próximas horas en la sede del instituto de Medicina Legal, a donde resultó conducido por unidades de criminalística y llevado a su tierra natal, Villavicencio, en donde le darán el último adiós en un campo santo local.