Cárcel La Picota de Bogotá.
El prisionero sintió una una repentina e inexplicable maluquera.
En confusos hechos resultó muerto un interno de la cárcel La Picota el pasado sábado 30 de marzo, mientras era trasladado a un centro de salud por una maluquera que sintió de repente.
El sujeto, cuyo nombre era Camilo Antonio Betancourt, de 47 años, llevaba ya un buen tiempo encanado en esta prisión y hasta la fecha no había presentado ningún quebranto de salud.
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Sin embargo, en la tarde de este sábado empezó a sentir que se le movía el piso y le faltaba el aire. Aturdido, logró dar aviso a los guardianes del centro penitenciario, quienes de inmediato procedieron a realizar el traslado al Hospital e la Samaritana.
Lamentablemente Betancourt no aguantó y colgó los guayos a pocos metros de coronar el traslado . El cuerpo del occiso fue recogido por personal de la Sijín y el instituto de Medicina Legal.
Por el momento se desconocen las causas de su muerte. De acuerdo con familiares del preso, no presentaba problemas de salud, por lo que les resulta extraño que se sintiera maluco de un momento a otro y, más aún, que estirara la pata tan de repente.
Mientras tanto, las autoridades adelantan las investigaciones pertinente con las que buscan determinar si el fallecimiento se dio por causas naturales o si, por el contrario, hubo algo que le hubiera causado una falla en su organismo, causando su muerte.
