Por un sueño, una familia residente en el sur occidente de la capital del país, se habría enterado que un joven pariente, quien estaba desaparecido desde el pasado 14 de junio de este año 2021, estaba muerto en las instalaciones del instituto de Medicina Legal en Bogotá.
María Fernanda Falla, familiar del fallecido, identificado como Jesús Manuel Salazar Falla de 24 años de edad, dijo a través de la emisora La Cariñosa 610 AM que un supuesto amigo llamó al teléfono celular del joven para citarlo en las afueras de la vivienda.
El muchacho salió de la residencia en el barrio San José de Bosa, donde vivía junto al padre y sus hermanos, para acudir a la supuesta reunión, pero desde eso momento no se supo más de él.
Desde una cuenta falsa en la red social Facebook, le informaron a la familia a los dos días, el 16 de junio, que a Jesús Manuel lo habían herido y se encontraba en las instalaciones del Hospital de Kennedy a donde acudieron de urgencia, pero no lo hallaron.
Horas después, un allegado les comunicó que no se preocuparan que Salazar Falla estaba trabajando en una finca recogiendo cebollín, pero lo extraño es que nunca se comunicó desde esa supuesta hacienda.
Finalmente, una tía del nacido en el municipio del Peñón en el departamento de Bolívar, tuvo un sueño en la noche del 29 de junio en donde veía a su sobrino abrazando a ser querido que meses atrás había fallecido, y tras despertar al día siguiente, sintió un frío que le recorrió el cuerpo y un pensamiento que le indicaba que Jesús Manuel estaba muerto.
Tras relatar la pesadilla, los parientes del perdido fueron a las instalaciones de la morgue distrital, en donde les dieron la terrible noticia que el cotero de Corabastos estaba muerto en una de las neveras de la institución, luego de ser hallado apuñalado el 28 de junio por los lados de la vía a Indumil en el municipio de Soacha, muy cerca al río Bogotá.
Tras ser entregado en las últimas horas los restos mortales del cargador de bultos a los dolientes, fue llevado por tierra desde la capital del país hasta su tierra natal en la Costa Caribe Colombiana en un viaje de casi 16 horas, en donde le dieron cristiana sepultura en el cementerio del pueblo.
María Fernanda clamó en el noticiero Alerta Bogotá que el crimen no quede impune y pide se investigue al allegado que les indicó que el muchacho laboraba en una finca, porque no le creen ‘de a mucho’.