Por lo menos 30 personas, entre comerciantes y vecinos del CAI de Quirigua en el noroccidente de Bogotá, comenzaron a reconstruir la sede policial que fue destruida por manifestantes que a través de actos de vandalismo le prendieron fuego y destruyeron sus ventanales.
Con toda clase de herramientas como martillos, seguetas, escobas y traperos, los habitantes de este sector de la ciudad lograron recuperar parte del CAI que había sido abandonado por los uniformados que trabajan en él ante el peligro que representaba para sus vidas el ataque de varios encapuchados.
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Los habitantes del sector expresaron que no están de acuerdo con lo que pasó con el estudiante de derecho Javier Ordoñez, que fue agredido por dos uniformados y que posteriormente falleció cuando era trasladado a un centro asistencial.
“No estamos de acuerdo con la ley del ojo por ojo, porque lo único que lleva es a más muertes, como ha ocurrido luego de este hecho”, manifestó Marleny Pérez, una de las habitantes del Quirigua.
Igualmente, pidió la ayuda de los habitantes de los barrios aledaños al comando de acción inmediata para que apoyen con recursos para poder comprar los vidrios blindados que tienen que tener.
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En el CAI que fue destruido el pasado martes fueron encontrados habitantes de la calle durmiendo en su interior, hecho que ha sido rechazado por los residentes de la zona al considerar que esto atrae indigencia y delincuencia, afectando gravemente el comercio y el Portal de Transmilenio de la Calle 80.
“No vamos permitir que nuevamente nos dañen el CAI y le hacemos un llamado a los agentes que laboran en él, para que regresen”, señaló otro de los habitantes del sector.
Concluyó que en estos casos de vandalismo, "toda la comunidad debe estar unida y dejar atrás la violencia y el odio porque con eso no se va a logra ninguna reforma a la Policía Nacional".