La Fiscalía General de la Nación advirtió que a una pena que alcanzaría los 25 años de prisión podría enfrentar de ser hallado culpable Henry Martín Ramírez Barragán,quien fue capturado en el municipio de Honda (Tolima) por abusar e inducir a la prostitución a una menor de edad.
Ramírez Barragán, de 51 años de edad, era conocido en la población como periodista y propietario de un canal local y de acuerdo con las pruebas habría usado su actividad profesional para seducir y abusar sexualmente de una menor de 13 años de edad, a quien le prometió que aparecería en el canal de televisión si se sometía a sus vejámenes.
El fiscal delegado para la infancia y la adolescencia, Mario Gómez, señaló que este tipo de casos deben ser drásticamente judicializados en atención a la gravedad de los hechos que atentan contra los derechos fundamentales de los menores de edad en el país.
"Era una persona que incluso se esta indagando por parte de la Fiscalía Generalestaba ofreciendo a la niña a otros amigos suyos para que tuvieran practicas sexuales ilícitas", dijo el fiscal Gómez.
Asimismo, sostuvo que "es muy importante destacar que las penas para estos delitos llegan hasta los 25 años de privación de libertad. La Fiscalía presentó a este hombre ante el juez de control de garantías respectivo y se obtuvo después de la imputación la correspondiente medida de aseguramiento".
Durante las diligencias judiciales la Fiscalía le formuló imputación de cargos a Henry Martín Ramírez Barragán por los delitos de acceso carnal abusivo, demanda de explotación sexual con menor de 18 años y suministro a menor.
Los hechos se registraron en el año 2016 cuando la víctima tenía 13 años de edad y según la denuncia, Ramirez Barragán contactó a la menor a través de una red social que fue posible identificar plenamente por parte de los peritos judiciales.
La Fiscalía General agregó que entre los elementos de prueba recolectados se encuentran las declaraciones juramentadas de varios testigos presenciales, entre ellas el de una hermana de la víctima que vive en el municipio de Honda, quien describió el estado “deplorable” en el que llegaba la víctima a su casa tras las reuniones con el capturado.