En extrañas circunstancias estudiantes de un colegio comenzaron a convulsionar

Menores entre los 12 y 17 años sufrieron desmayos, vértigos, cefaleas y convulsiones, en una institución educativa del corregimiento de Puerto Giraldo, jurisdicción del municipio de Ponedera en el departamento del Atlántico. Las jóvenes fueron trasladadas al centro asistencial de la población, donde las estabilizaron, posteriormente fueron remitidas a un hospital de primer nivel, mientras que las pacientes que registraban condiciones más serias, las enviaron al municipio de Sabanalarga.

“Son varias niñas de la misma institución, en estado de convulsión, pero otras con efecto de ansiedad, de depresión que últimamente nos estaban llegando así, con signos vitales estables. Son en realidad 27 niñas. Tenemos que esperar pruebas toxicológicas que, le puedan hacer a los niños o ambientales a la institución”, expresó la doctora Angie Vergara.

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Según se conoció, los primeros casos empezaron a llegar a las ocho de la mañana.

Tras los hechos, algunos padres de familia explicaron que fueron momentos de desesperación los que vivieron, incluso algunos con la intención de agredir a los docentes.

“Había padres de familia que llegaron agresivamente, para quitar el candado del colegio y llevarse a sus hijos”, manifestó una madre.

De acuerdo con ellos, fueron momentos de angustia y desesperación los que vivieron los acudientes de las menores.

“Uno manda a sus hijos porque cree que están bien, a exponerlos de esa manera, sin saber qué situaciones viven”, comentó otra madre de familia.

Una vez conocido el caso, las autoridades de salud activaron el sistema de emergencia, con presencia de ambulancias en el sitio, para trasladar a las menores.

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Una familiar de dos estudiantes, señaló que no es la primera vez que eso ocurre. “Dicen que de repente están hablando y se desmayan. De un momento a otro”.

Ante la situación, están pidiendo intervención de las autoridades que hagan mayor presencia, para evitar que este tipo de hechos se repitan. No obstante, a las adolescentes les practicaron los exámenes médicos para establecer, con precisión, lo ocurrido. En este sentido, están a la espera de los resultados.