Las conversaciones de ratas que negociaban servicios sexuales de muchachitas en Guaduas

Desde hace tres meses las autoridades le seguían la pista a José Darío Herrera Osorio, dueño del cinema municipal de Guaduas (Cundinamarca). Su establecimiento comercial, presuntamente, era utilizado para la explotación sexual de niñas y adolescentes del municipio.

Tras hacer las labores de verificación, la Fiscalía General determinó que el hombre, con ayuda de un joven de 14 años, contactaba a estudiantes de colegios cercanos para explotarlas sexualmente.

La investigación reveló que aprovechándose  de las necesidades económicas de las estudiantes, el comerciante las convencía para que fueran a su local y que aceptaran sus pretensiones de tipo sexual.

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Ahí las obligaba a ver películas pornográficas y posteriormente las inducía a imitar las escenas sexuales. Las niñas explotadas recibían 50 mil pesos en efectivo o un teléfono celular.

Herrera Osorio les manifestaba que debían tenerlo siempre encendido puesto que era el medio para atender las llamadas de otros hombres del municipio que estarían interesados en los servicios sexuales.

Comerciantes,camioneros y otro tipo de personas al llegar al municipio buscaban al líder de la banda especialista en buscar adolescentes para la preferencia de los interesados.

Los investigadores recolectaron testimonios de varias menores que fueron explotadas sexualmente, así como la interceptación de las comunicaciones de Herrera Osorio y otros integrantes de esta red.