Narváez prometió contar la verdad sobre crimen de Jaime Garzón a cambio de protección
El exsubdirector del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), José Miguel Narváez, solicitó medidas de protección especiales, a cambio de contar su ‘verdad’ sobre el crimen del periodista y humorista Jaime Garzón, ocurrido hace 20 años.
La decisión fue tomada luego que la defensa de Narváez pidiera formalmente al Tribunal Superior de Bogotá, que la condena de 26 años por el asesinato de Garzón, sea revisada por la Jurisdicción Especial para la PAz (JEP).
Narváez aseguró que su vida está en peligro y que revelar detalles de cómo se planeó el homicidio del humorista perpetrado el 13 de agosto de 1999 incrementa los riesgos, por lo que aseguró que es urgente que se le garantice su seguridad.
“Por considerar que el riesgo que me ha acompañado desde el momento en que formulé denuncias por hechos graves de trascendencia y connotación nacional sigue latente, por lo cual solicito que se me otorgue protección especial ahora que manifesto y he dado a conocer mi sometimiento voluntario ante la JEP”, dice uno de los apartes de la carta que envió el exfuncionario del DAS.
Narváez agregó que “por la importancia de los hechos que pretendo dar a conocer, es evidente que el riesgo aumenta en mi compromiso de verdad plena”.
También manifestó que su situación económica no le permite contratar un abogado de confianza, por lo que pide que se le asigne uno del Sistema Autónomo de Asesoría y Defensa.
RCN Radio también conoció que uno de los argumentos de Narváez de someterse a ese tribunal especial, radica en que el asesinato de Garzón ocurrió en el marco del conflicto armado interno y que por ello, debe ser juzgado directamente por la JEP.
La defensa del exfuncionario advirtió que Narváez no perteneció a ningún grupo armado ilegal y que esto lo constituye como un agente del Estado y que además tiene la voluntad de contar la verdad sobre este crimen ocurrido hace veinte años.
Uno de los beneficios de ser aceptado en la justicia transicional, sería obtener la libertad condicional, aunque antes deberá comprometerse a decir la verdad para reparar a las víctimas (en este caso a la familia de Jaime Garzón).
Cabe mencionar que el exjefe paramilitar alias ‘El Iguano’ aseguró que el exsubdirector del DAS se había reunido varias veces con Carlos Castaño, entre los años 1996 y 2001. A partir de esas declaraciones, se inició el proceso por su participación en la planificación del crimen de Garzón.
Los magistrados del Tribunal Superior de Bogotá definirán si Narváez cumple con los requisitos exigidos para someterse voluntariamente al Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
Castaño Gil contactó a la banda delincuencial 'La Terraza' de Medellín, para que adelantaran los respectivos seguimientos al humorista político en la ciudad de Bogotá. En la investigación se pudo evidenciar que personal del B-2 del Ejército Nacional, entregó datos sobre los movimientos de Garzón.
De acuerdo con la Fiscalía General, los sicarios de Garzón estuvieron una semana en la ciudad de Bogotá analizando la información entregada por los militares. Personal de la Brigada XIII del Ejército los acompañaron en los recorridos de las "rutas" del periodista.
En la mañana del 13 de agosto de 1999, dos sicarios interceptaron en el sector de Corferias la camioneta en la que se movilizaba el periodista y le propinaron varios disparos que le cegaron la vida.
Cuatro meses después, la Fiscalía y el DAS anunciaron la captura de Juan Pablo Ortiz Agudelo, alias ‘Bochas’ y Edilberto Antonio Sierra Ayala, alias ‘Toño’.
Para su identificación se tuvo en cuenta el testimonio de María Amparo Arroyave Montoya, quien aseguró que desde la ventana de su apartamento, ubicado en el Barrio Quinta Paredes, pudo observar con detalle a los dos sicarios cuando huían tras cometer el crimen.
Arroyave le entregó al DAS un retrato hablado de los dos atacantes. Reseñó los rasgos faciales, las cicatrices, su estatura e incluso, el tipo y color de botas de los dos hombres.
Sin embargo, el 10 de marzo de 2004 el juzgado séptimo especializado de Bogotá absolvió a los dos procesados al considerar que no se allegaron pruebas suficientes para inferir su participación en los hechos. En la decisión judicial se condenó a 38 años de prisión al comandante paramilitar, Carlos Castaño Gil como autor intelectual del crimen.
En la misma decisión se compulsaron copias a la Fiscalía General por lo que se consideró una falsedad en testimonio por parte de los mismos declarantes, puesto que quedó en evidencia que habían faltado a la verdad. Para el despacho judicial se intentó desviar la investigación desde el DAS y la Fiscalía.
Se espera que la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, determine si acepta o no a Narváez dentro del sistema de justicia transicional.
Otros procesos que podrían pasar a ese tribunal especial, son el del homicidio del excongresista Manuel Cepeda, las interceptaciones ilegales de las que fue víctima la exsenadora Piedad Córdoba y las intimidaciones y la tortura psicológica contra la periodista Claudia Julieta Duque.