A 11 años de cárcel fue condenado Shane David Stokes por poner a su hija de dos años, Maddilyn Rose Stokes, bajo la ducha con agua hirviendo como castigo por ensuciar el pañal.
El sujeto actuó en compañía de la madre de la bebé quién pagará una pena de nueve años.
Sumado a la tortura de bañarla con agua hirviendo, la pareja decidió atender las quemaduras de la niña con remedios caseros y tutoriales de internet.
Cinco días después, la niña sufrió un paro cardiaco provocado por la intensa infección de las heridas.
Los hechos se registraron en Queensland, Australia. En el lugar de residencia de la familia, autoridades encontraron rastros de papel higiénico, toallas, vendas y colchones cubiertos de sangre.
El hombre de 33 años y la mujer de 26 se declararon culpables de tortura y homicidio, pero fue Stokes quien admitió haber sometido a la niña bajo el agua a alta temperatura.
La fiscal del caso explicó que los últimos días de la menor fueron momentos “muy dolorosos” e indicó que, a parte de las quemaduras, la niña se encontraba en estado de deshidratación y muy débil.