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La mujer le pide que cambie y que no robe más, dado que de lo contrario va a terminar muerto.
Uno de los delincuentes fue capturado por los vecinos y el otro huyó.
Los miembros de esta organización mantenían su radio de acción en varios barrios de la ciudad.
La Policía atribuyó la masacre a ajustes de cuentas.
El investigador llevaba varios años laborando en el CTI - seccional Montería.
Según la información recopilada por la Policía, la mujer no tenía amenazas de muerte.
Un fiscal especializado en desaparición investiga este caso.
