Cerraron 'chuzos' ilegales donde sacrificaban animales para extraerles el cuero en San Benito

La alcaldía de Bogotá informó que fue cerrado un establecimiento que funcionaba como matadero clandestino, donde se evidenció el sacrificio de un equino en condiciones no autorizadas, tanto sanitarias como legalmente dentro del componente ambiental. 

De acuerdo con el Distrito, las actividades completamente clandestinas se ubicaban en el entorno de influencia de la localidad de Tunjuelito en la zona de San Benito, por lo que también se clausuraron dos curtiembres que no contaban con la documentación ni autorización para desarrollar su actividad.  

"Este operativo medioambiental busca abordar la recuperación y conservación del fluvial de la cuenca del río Bogotá de una manera integral a partir de tres componentes: el primero, el mejoramiento ambiental y social de la cuenca hidrográfica del rio Bogotá. El segundo punto, es la articulación y coordinación con instituciones nacionales", mencionó el alcalde de Tunjuelito, Joseph Plaza. 

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Asimismo, explicó que en cumplimiento de la sentencia del río Bogotá se realizó un operativo interinstitucional en 17 establecimientos dentro del sector industrial, sellando otros tres lugares por incumplimiento de documentos. 

"Se visitaron nueve usuarios en el componente de alcantarillado, en el que se revisó el funcionamiento de la Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales y manejo de sus vertimientos. En ese sentido, se monitorearon las cajas de inspección de las cuales se tomaron tres muestras de descarga de vertimiento para análisis de laboratorio", sostuvo. 

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El Alcalde enfatizó que, en materia de calidad de aire, se visitaron ocho usuarios, de los cuales en seis  casos se emitieron concepto técnico y deben realizar un plan de mejoramiento, mientras que, en el componente de residuos peligrosos, se identificaron cuatro usuarios a los cuales se les realizó requerimiento de cumplimiento de norma. 

El Distrito concluyó que se reitera el llamado a los propietarios de los bienes inmuebles en esta zona de Bogotá, a que ejerzan un control juicioso y riguroso sobre sus arrendatarios, para evitar esta clase de actividades que comprometen o ponen en riesgo el compromiso con la conservación ambiental.