En Transmilenio no hay distanciamiento y carecen los protocolos de bioseguridad
La capital colombiana retornó este martes a la 'normalidad', después de tres días de cuarentena total ordenada por la Alcaldía de Bogotá para contener el creciente contagio de coronavirus, que mantiene presionada la ocupación de camas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), que se encuentra en el 76,3%.
La tercera jornada del aislamiento obligatorio estuvo marcada por la polémica, debido a las aglomeraciones y congestiones que se dieron en el sistema Transmilenio por parte de usuarios que salieron a trabajar.
No obstante, esta situación parece ser constante en un día sin aislamiento. En un recorrido que hizo RCN Radio por algunas estaciones del sistema de transporte masivo, como las de Ricaurte, Jiménez, Portal Las Américas, Portal del Sur y San Mateo, se observó aglomeraciones de usuarios en las denominadas 'horas pico' o de mayor demanda.
Por ejemplo, en los articulados de Transmilenio se constató que no hay espacio ni distancia suficiente entre cada pasajero, pues se suben sin importar si se llena o no el articulado. Los usuarios manifiestan que lo importante es subir para poder llegar al trabajo, colegio o hacer diligencias.
“Es terrible. A veces esperamos hasta quince o veinte minutos un Transmilenio y así se va a acumulando gente en la estación”, dijo a RCN Radio uno de los usuarios.
Niños, adultos mayores o personas de la tercera edad, también personas en condición de discapacidad, intentan ingresar a toda costa a uno de estos Transmilenios para poder lograr el viaje y llegar a su destino.
Las cintas amarillas que separaban una silla de la otra en los buses, que habían sido instaladas para logar el distanciamiento entre los pasajeros, desaparecieron y ya no se conserva esa esa distancia, aun en medio de este tercer pico de la pandemia.
“Aquí ya no hay protección de nada ni distanciamiento social; siempre hay aglomeraciones en Transmilenio ya no hay cintas que separan las sillas”, dijo otro de los pasajeros.
El personero de Bogotá, Julian Enrique Pinilla, aseguró que en su recorrido por Transmilenio evidenció aglomeraciones en las estaciones y falta de control del aforo.
"La idea es que se garanticen los cuidados de bioseguridad; no puede ser un foco de contagio de los bogotanos”, dijo el jefe de la entidad de control.
Entre las posibles fallas en el control de bioseguridad que se pudo evidenciar están vendedores informales que se quitan el tapabocas a la hora de hablar para que los escuchen mejor, productos que todos en el bus toman con las manos para ver si compran o no y falta de ventilación en algunos articulados.
También se observó falta de control de aforo en el sistema, peleas entre los usuarios para ingresar en hora pico a un TransMilenio y personas que no usa correctamente el tapabocas, falta de cuidado bioseguro dentro de toda la flota e, incluso, que ya pocos buses tienen la cinta que protege al conductor de los pasajeros de un posible contagio.
No obstante, Transmilenio ha informado que todos los días desinfecta y lava los buses articulados antes de salir a rodar en las mañanas donde generalmente hay hora pico. Además, que en algunos portales y estaciones hay lavamanos para que los usuarios puedan dar uso como una de las recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud.