Estaciones de TransMilenio en la Autopista Norte tendrían drástico cambio: usuarios a caminar más

La movilidad en Bogotá podría experimentar un cambio significativo con la reciente propuesta de la firma China Harbour Engineering Company Limited (CHEC) para extender la Primera Línea del Metro hasta la Calle 100. 

Este proyecto, que ha sido presentado a la Alcaldía Mayor de Bogotá y a la Empresa Metro de Bogotá (EMB), busca no solo mejorar el transporte público en la capital, sino también integrar mejor las distintas modalidades de movilidad urbana.

El plan contempla una extensión de 3.25 kilómetros que incluiría tres nuevas estaciones: Calle 85, Calle 92 con NQS y Calle 100. Esta extensión conectaría directamente con el corredor alimentador de la Avenida 68, facilitando el acceso a miles de bogotanos que diariamente enfrentan el congestionado tráfico de la ciudad.

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Sin embargo, no todo es optimismo. La financiación del proyecto es uno de los principales desafíos. Se estima que la obra costará alrededor de 3.4 billones de pesos, y aunque se han planteado diversas fuentes de financiamiento, como ingresos tarifarios y captura del valor del suelo, aún queda por definir cómo se asegurarán estos recursos.

Estaciones que dejarán de funcionar por ampliación del Metro

Tras la propuesta de los ingenieros chinos en ampliar el Metro hasta la calle 100, serían varias las estaciones que dejarían de funcionar entre ellas:

• Héroes
• Calle 85
• Virrey
• Calle 100

La ciudad, que actualmente presenta varios frentes de construcción y cierres viales, atravesaría una dificultad más, al dejar de funcionar estas estaciones ya que son muy concurridas por ser una zona con crecimiento comercial, oficinas de empresas y universidades. En tal caso, los ciudadanos tendrían que buscar alternativas de transporte para llegar a sus destinos en las zonas aledañas a los cierres. 

¿Qué impacto tendría esta extensión en el tráfico de la ciudad?

Este proyecto, que busca mejorar la movilidad urbana, podría contribuir a la reducción de la congestión vehicular y mejorar la calidad del aire, pero también presenta desafíos que deben ser considerados.

La implementación de esta extensión del metro facilitaría el acceso a áreas que actualmente dependen en gran medida del transporte privado al ofrecer una alternativa más eficiente y rápida. 

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Además, al conectar con corredores alimentadores como la Avenida 68, se fomentaría un sistema de transporte intermodal que optimiza el flujo vehicular. Esto no solo beneficiaría a los usuarios del metro, sino también a quienes utilizan otros medios de transporte, como buses y bicicletas, al reducir el número total de vehículos en circulación. Se estima que esta extensión podría beneficiar a aproximadamente 138,000 usuarios diarios, lo que representa una mejora considerable en la movilidad urbana.