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La víctima en estos momentos se debate entre la vida y la muerte.
El miedo se está tomando las calles de la localidad de Rafael Uribe Uribe, en el sur de Bogotá, donde un querido vendedor de minutos recibió un balazo que por poco le quita la vida.
Al parecer se trataría de un nuevo hecho de sicariato que se registra en el sur de la capital y que enciende las alarmas de las autoridades, dados los recientes casos similares que se han presentado en los últimos días.
De acuerdo a las primeras investigaciones, el parroquiano trabajaba como de costumbre en su puestico ubicado en la Diagonal 48 Y sur con Calle 49 sur, en el barrio Marruecos. De un momento a otro, a eso de las once de la mañana, llegó un asesino a sueldo y le metió un pepazo.
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El malandro salió volado del lugar de los hechos, mientras el pobre vendedor quedó tirado en el piso en un charco de sangre ante la mirada atónita de todos los presentes, quienes se le acercaron para brindarle los primeros auxilios y lograron salvarle la vida.
A los pocos minutos una ambulancia llegó al lugar de los hechos para luego trasladarlo hasta un hospital cercano, donde actualmente se debate entre la vida y la muerte.
En estos momentos, las autoridades revisan cámaras de seguridad del sector con el fin de determinan la identidad del atacante. Asimismo, se intentan establecer las causas del atentado, y por qué querían pagar con sangre al humilde vendedor de minutos.
Las primeras hipótesis señalan que se trataría de una venganza personal, pero no se sabe si el sujeto tenía vínculos con grupos delincuenciales o si el ataque con fierro fue producto de problemas personales o sentimentales.
