Una persona fallecida en el oriente de la ciudad, es el saldo parcial de la jornada de paro nacional en Cali. “Los responsables deben ser judicializados, porque son personas perturbadoras para el desarrollo de una sociedad”, aseguró el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina.
Desde el Puesto de Mando Unificado, en el que las autoridades de la región y los ministerios de Defensa y del Interior, siguen paso a paso la movilización de ciudadanos en la jornada de paro nacional.
La gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán y el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, indicaron que que se decidió desde esta instancia decretar el toque de queda para Cali, a partir de las 3:00 de la tarde, mientras el resto del departamento continuará como venían las medidas.
Aunque inicialmente el toque de queda había sido implementado desde la 1:00 p.m., las autoridades de la ciudad cambiaron el horario a las 3:00 p.m., para que los manifestantes y la comunidad alcancen a llegar a sus hogares. Esta medida rige hasta el domingo a las 5:00 a.m.
“Mientras que unas grandes mayorías salieron a movilizarse bajo su derecho a la protesta, otras personas de manera irresponsable y criminal actuaron para vandalizar la ciudad. A los vándalos no les podemos entregar derechos porque desdibujan el objetivo de la protesta”, agregó el alcalde Jorge Iván Ospina.
En el inicio de la jornada de paro en la capital vallecaucana, la comunidad indígena misak derribó la estatua de Sebastián de Belalcázar, en el oeste de la ciudad, luego fueron vandalizados buses del sistema de transporte MIO y un bus fue quemado. También fueron atacadas las sedes de la Dian y del Concejo en el centro de la ciudad.
También fueron derribadas 13 cámaras de fotodetección y se registraron enfrentamientos entre los manifestantes y el Esmad.