Redes de trata de personas utilizan a niños migrantes para que capten a otros menores: Investigación
Las condiciones en las que viven muchos niños, niñas y jóvenes en la frontera de Colombia y Venezuela, se convierte en el espacio propicio para que los mismos sean vulnerables a las redes de trata de personas que delinquen en esta zona.
Un trabajo investigativo realizado por una periodista de un diario del Estado Táchira, en asocio con Connectas, una plataforma periodística para las Américas, dejó al descubierto las tácticas que usan estas redes criminales para lograr su objetivo.
Durante cuatro meses, Mariana Duque del diario Los Andes, logró conocer que menores de edad son usados por parte de estas personas, para llegar a otros menores y así poder reclutarlos.
“Niños arrastradores, el anzuelo de las redes de trata de personas”, es un trabajo que muestra una de las aristas de esta migración tan enorme que tenemos en Venezuela, y que sin duda alguna con todo este tema de la criminalidad en la zona de frontera con Colombia, los niños siguen siendo los más afectados por su condición de vulnerabilidad”, señaló la periodista.
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De otro lado, indicó que “en medio de esta investigación descubrimos que las redes de trata de personas, que habitualmente es conocido como el hombre o la mujer que seduce a un niño de cierta forma y se lo lleva, pues ya no lo hacen de esta manera, sino que toman a uno de estos niños migrantes, y estos menores son manipulados para captar a otros menores. Por eso son arrastradores”, señaló.
Modus operandi
Según la comunicadora venezolana, la estrategia está en seducir a los menores con mentiras, para de esta forma hacer más fácil su traslado a territorio colombiano.
“Muchos se harán la pregunta ¿pero ajá como un niño tiene la capacidad de convencer?, con esa manipulación que recibe, ese niño se va sobre todo a la zona donde ha vivido, zonas donde ha estado de visita o zonas donde lo conocen, y entonces llega y toma niños de su misma edad o contemporáneos y comienza a contarles que trabaja en Colombia, que le va muy bien. Seguidamente empiezan a decirles que yo los puedo ayudar donde yo trabajo, yo gano tanto, hace llamadas como si estuviera recibiendo transacciones de dinero, le muestran el teléfono, se ofrecen que pueden conseguir uno, llegan a tal punto que para convencerlos le dan un celular, hasta que el niño o la niña acceden a viajar con ellos, porque además está la supuesta garantía que pueden ayudar a sus padres con dinero”, señaló Mariana Duque.
Uno de los casos identificados en medio de la investigación, es el de una menor de 13 años que reside en el municipio de San Antonio, esta adolescente fue engañada por una joven de 16 años, la cual mediante promesas falsas la alcanzó a llevar hasta Bucaramanga, lugar donde fue ubicada y rescatada por parte de las autoridades colombianas tras recibir la denuncia del padre de la menor.
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“En esta investigación que fue publicada en Connectas, hay una historia de una niña de 13 años que fue convencida por una joven de 16 años, cuando su papá descubre que su hija era víctima de una red de trata de personas, informa de inmediato a las autoridades colombianas. Después de todo un día la jovencita logró hacer una llamada de un teléfono que le prestan y le informa a su papá que la tienen en Bucaramanga, descubrimos que esta menor la idea era llevarla hasta Chile”.
En este caso la oportuna denuncia y la rápida reacción de las autoridades permitieron que la víctima fuera rescatada, y regresara a su casa en compañía de su padre.
Por otra parte, la investigadora ha dicho que al parecer se pueden estar dando casos de corrupción en algunos miembros de las autoridades de ambos países para la comisión de este delito.
“No digamos que con los directores de cada institución, pero si yo creo que con los funcionarios base. En medio de la investigación varias personas nos dijeron que veían como pagaban por pasar, se sabe hay corrupción, nosotros contamos allí en medio de la investigación lo que ocurre de este lado en Venezuela, en las alcabalas, que algunos funcionarios le cobran a estos menores que ven y que no van acompañados, y que además no tienen permiso para viajar, entre 10 y 20 dólares por alcabala”, señaló.
Finalmente, Marina Duque, periodista venezolana, afirmó que “son menores para explotarlos sexualmente, son para explotarlos laboralmente, son niños que son usados además, como cámaras humanas, como vigilantes, por ejemplo en las zonas de frontera, o en las zonas donde hay raspado de coca, estos niños lo que hacen es que pasar desapercibidos, pero realmente lo que están haciendo es viendo quien entra, quien sale, que está haciendo la persona que entra, si hace fotos, si viene un funcionario policial, y ellos dan las alertas”.
Por su parte, el secretario de fronteras de Norte de Santander, Víctor Bautista, ha dicho que en lo corrido del 2022 son alrededor de 650 casos de niños migrantes que viajan solos por el departamento los que han logrado reseñar, a los mismos se les ha activado la ruta que manejan junto a Migración Colombia y la Policía Nacional.