Milagro pa' los que están llevados: Así salda la deuda sin necesidad de pagarla
Las personas que adquieren productos en entidades financieras asumen la responsabilidad de realizar los pagos correspondientes dentro de los plazos establecidos, con el fin de evitar reportes negativos en Datacrédito.
Sin embargo, en ocasiones, algunas personas no logran cumplir con sus obligaciones, lo que puede afectar su historial crediticio y generar reportes desfavorables en las entidades financieras.
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Además, si la deuda no se cancela en un plazo prolongado, esta puede incrementarse debido al pago de intereses. Por lo tanto, es crucial comprender el concepto de prescripción de deudas, cuyo plazo puede variar según la legislación y el tipo de acción legal que pueda ejercer el banco para recuperar la deuda.
Según describe el Banco Finandina, el período de prescripción de una deuda puede ser de entre tres y cinco años, dependiendo del tipo de acción judicial que se ejecute para su recuperación.
Si una persona opta por la prescripción a los tres años, las deudas pueden respaldarse mediante títulos de valores como pagarés o letras de cambio, así como deudas laborales, como el impago de salarios. Es importante tener en cuenta que existen otros métodos legales para evitar la prescripción de deudas.
Por otro lado, las deudas relacionadas con contratos de arrendamiento, conciliaciones, entre otros, pueden prescribir en un plazo de cinco años, momento en el cual se puede realizar la solicitud de prescripción.
Es relevante destacar que, a pesar de la prescripción, la deuda seguirá registrada en las centrales de riesgo, lo cual puede afectar las solicitudes de nuevos préstamos en diversas entidades financieras.
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En caso de que la deuda haya prescrito, el acreedor puede intentar recuperarla a través de un proceso judicial, mientras que el deudor tiene derecho a defenderse, incluso mediante el procedimiento de prescripción, el cual es legalmente válido.