Inquilinos pondrían a padecer a arrendadores: Forma en que se pueden quedar con la casita

Las dudas sobre si un arrendatario puede convertirse en el dueño de un inmueble arrendado durante largo tiempo son comunes. Para disiparlas, expertos señalan que la Ley 820 de 2003 y el artículo 1973 del Código Civil protegen a los arrendadores al regular los aspectos contractuales del arrendamiento de vivienda.

Un destacado jurista de la Universidad del Rosario, citado por un medio digital reconocido, explica las condiciones necesarias para que un inquilino pueda adueñarse de una propiedad arrendada y destaca la importancia de comprender los contratos de arrendamiento.

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Según el experto, establecido por la Corte Suprema de Justicia, para que esto ocurra, “el arrendatario debe desconocer la identidad del arrendador, lo que genera actos encaminados a ejercer la posesión pública, pacífica e ininterrumpida para adquirir la propiedad por prescripción extraordinaria después de diez años”.

Esto implica que el propietario debe abandonar completamente el inmueble por un período, mientras que las responsabilidades recaen en quien lo habita.

Además, el arrendatario debe demostrar claramente el momento en que desconoció al propietario y los eventos subsiguientes, aspecto fundamental para cualquier reclamación de prescripción extraordinaria del dominio.

“Para adjudicarse un bien inmueble ajeno, no basta con el deseo de apropiárselo, sino que se requiere una transformación de su calidad acompañada de pruebas mediante un proceso judicial que garantice el derecho al debido proceso y permita al propietario ejercer su defensa”, explicó el abogado especializado.

En este sentido, el arrendatario es solo un tenedor y no puede asumir atribuciones de dueño del inmueble donde reside. Al firmar el contrato de arrendamiento, reconoce que el dominio pertenece al arrendador, evidenciado mediante el pago mensual de la renta, un elemento esencial del contrato que permite al arrendador dar por terminado el acuerdo por incumplimiento.

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Es importante destacar que un contrato de arrendamiento involucra a dos partes que se comprometen de manera recíproca. Una de ellas proporciona un bien inmueble, como una casa o apartamento, para que la otra lo utilice y disfrute como residencia. Sin embargo, el propietario conserva el derecho de disponer del bien según sus necesidades y solicitarlo en cualquier momento.