Las cesantías se pueden usar para pagar deudas, pero en ciertos casos: ¿cómo hacerlo?
El próximo 14 de febrero de 2024 es el último día de plazo que tienen las empresas para consignarles a sus empleados las cesantías. El monto a pagar equivale a un mes de salario por año trabajado.
Las cesantías son un ahorro que le sirve al trabajador para paliar gastos en caso de que sea desvinculado de su empleo: si una persona sale de una compañía después de 10 años de labores ininterrumpidas, tendrá en su fondo de cesantías el equivalente a diez salarios mensuales. Por esa razón, expertos en finanzas personales recomiendan no tocar ese dinero a menos de que sea absolutamente necesario.
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Hay unos casos en que se permite hacer retiros parciales de las cesantías sin necesidad de renunciar o ser desvinculado del trabajo. Por ejemplo, si alguien quiere comprar vivienda, pagar el impuesto predial o costear la educación superior (incluye posgrados) propia, de su cónyuge o de sus hijos, puede usar el dinero de las cesantías.
Créditos en los que se pueden usar las cesantías
Teniendo en cuenta los casos en los que se pueden usar las cesantías, hay ciertos créditos para los que es permitido hacer retiros parciales. Eso sucede con los créditos educativos.
Si alguien adquirió una deuda para pagar su pregrado o posgrado, perfectamente puede desembolsar parte de las cesantías para abonar o pagar cuotas. Para tal fin, el fondo exige presentar el certificado del crédito, el saldo a pagar y la respectiva documentación que demuestre que la institución universitaria recibió el dinero obtenido gracias al préstamo.
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Lo anterior también quiere decir que las cesantías se pueden usar para pagar las cuotas del Icetex, para lo cual hay que presentar el estado de cuenta que emite la entidad.
Los otros créditos para los que es permitido hacer retiros parciales del ahorro son los hipotecarios, es decir, los préstamos adquiridos para comprar vivienda. En ese sentido, se pueden usar las cesantías para la cuota inicial o para abonar a los pagos mensuales.