Desde el 11 de abril de 2024, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, decretó el racionamiento de agua en la capital debido a los preocupantes niveles de los embalses de Chingaza, que abastecen al 70% de la ciudad.

La medida se adoptó como consecuencia del fenómeno de El Niño, que provocó una fuerte sequía en la región. Esta situación llevó a que algunos barrios en diversas localidades de la ciudad sufrieran cortes de agua durante nueve días, hasta que el nivel de los embalses experimentó una elevación considerable.

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Aunque en julio se observó una recuperación y los cortes de agua se redujeron a una frecuencia de cada dieciocho días, el Distrito encendió nuevamente las alarmas debido a la preocupante disminución en la ocupación de los embalses en los últimos días.

Lo que más inquieta es que, a pesar de que el consumo promedio de agua se está acercando a la meta establecida, el nivel del embalse de Chingaza sigue disminuyendo. Se espera que septiembre sea un mes de lluvias intensas para contribuir a su recuperación.

Aunque el racionamiento resulta difícil para la ciudadanía, la gravedad de la situación hídrica en la ciudad genera incertidumbre, especialmente en relación con la posible aplicación de medidas más estrictas, las cuales están siendo evaluadas por el Distrito.

¿Cuándo se anunciarán las nuevas medidas para el racionamiento de agua en Bogotá?

Aunque las alarmas están encendidas, Galán anunció que entre el 26 y el 30 de agosto se darán a conocer medidas adicionales con el objetivo de reducir el consumo de agua y dar un respiro a los embalses mientras se recupera el recurso hídrico, según informaron en CItytv.

Es importante destacar que el tiempo apremia, pues la meta de la Alcaldía era alcanzar el 70% de capacidad en los embalses, pero esto parece cada vez más difícil, ya que las reservas actuales se encuentran en un 51%. Según Natasha Avendaño, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, esta situación podría llevar a una mayor disminución.

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Ante este panorama, la expectativa es alta, y se espera que los anuncios de Galán sobre el consumo de agua en los próximos cuatro meses incluyan medidas que, incluso, podrían extenderse hasta 2025.