En el mes de lucha contra el cáncer de mama, el Instituto Nacional de Cancerología invita a las tenderas a tocarse

También, se puede presentar por factores genéticos o nutricionales con la probabilidad de desarrollar la enfermedad de forma altísima afectando más a las mujeres que a los hombres. “Al final del ejercicio, cualquier alteración en sus glándulas mamarias sea por dolor, secreción o hundimiento inmediatamente debe ser reportarla con un médico que maneje el tema. Así mismo, el temor de la pandemia no debe ser una excusa para que nos retrasemos en su diagnóstico pues Covid-19 habrá para rato aunque las otras enfermedades siguen y no se detienen”, señaló Duarte.

En ese sentido, las mujeres deben tener en cuenta recomendaciones como practicarse el examen clínico de mama anualmente desde los 40 años por parte del profesional indicado. Igualmente, llevar a cabo la realización de la mamografía cada dos años para aquellas cuyas edades oscilan entre los 50 y 69 años. Es una rutina de prevención para controlar este tipo de cáncer que de ser diagnosticado y tratado a tiempo no trae consecuencias por lamentar.

“En cuanto al consumo de vitamina E, es importante aclarar que no previene el cáncer de mama, que los golpes en los senos no producen cáncer y que el dolor en esta zona del cuerpo no necesariamente puede indicar que una mujer padezca de esta enfermedad, esto con el fin de desmentir algunos mitos al respecto”, concluyó Carlos duarte. Cirujano Oncólogo Mastólogo y miembro del grupo de mama del Instituto Nacional de Cancerología