El fenómeno de El Niño ha causado daños ambientales en Bogotá. En primer lugar, las altas temperaturas provocaron incendios en los cerros orientales. Luego, las sequías afectaron los embalses de Chingaza y San Rafael, superando niveles récord.
Ante esta situación, el alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán, decidió implementar el racionamiento de agua en varias localidades, consistente en cortes del suministro durante 24 horas.
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La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá ha realizado esfuerzos significativos para reducir el consumo de agua, llevando a cabo campañas preventivas entre los ciudadanos.
A casi un mes de haberse instaurado esta medida, Galán ha destacado el incremento en los niveles de los embalses, aunque aún no alcanzan los niveles óptimos para volver al consumo habitual.
Según los informes, Galán señaló que aún queda mucho por mejorar, ya que los consumos continúan aumentando. Esto indica que, aunque los embalses se estén recuperando, es fundamental que las personas sigan cuidando el agua.
A pesar de la tendencia al alza en los embalses, muchos se preguntan hasta cuándo durará el racionamiento. En respuesta, el mandatario enfatizó a finales de abril que la duración de la medida dependerá de los niveles de agua en los embalses, pero se prevé que sea hasta el mes de diciembre. La decisión se tomará en función de la situación hasta esa fecha.
Es importante destacar que no solo las localidades de Bogotá están sujetas al racionamiento, sino también algunos municipios de Cundinamarca aledaños.
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Quienes sean sorprendidos malgastando el recurso hídrico pueden enfrentar fuertes sanciones. Las multas oscilan entre los $700.000 y $1.200.000, dependiendo del nivel de consumo de agua.