Es común encontrar en el país y en Bogotá obras consideradas ‘elefantes blancos’, edificaciones con inversión pública que quedan a medias y olvidadas en las ciudades y los municipios.
En Bogotá, la más insigne de estas obras, por su tamaño, inversión y tiempo de construcción es la inacabada sede del nuevo Comando de la Policía Metropolitana.
El proyecto constructivo inició su camino accidentado el 13 de diciembre de 2010 y se programó su entrega para el 2012, pero pocos días antes de la supuesta culminación, la obra fue suspendida, cuando apenas era un esqueleto de hormigón gigantesco en la carrera 53 con calle 22.
(AUDIO) El cumpleaños del elefante blanco más conocido de Bogotá
Durante los siguientes 4 años, es decir de 2012 a 2016, hubo cerca de 20 suspensiones sucesivas al contrato que parecía no tener fin.
Solo en diciembre de 2017 la administración Peñalosa declaró el incumplimiento del contrato a la empresa Castell Camel S.A, es decir luego de 7 años del inicio de la obra.
Aplicadas las cláusulas penales y una multa al constructor por más de $5.000 millones, a finales de 2018 el entonces alcalde Enrique Peñalosa anunciaba que la obra iba a estar lista en 2020.
Su valor inicial era cercano a los $40.000 millones, pero el contrato firmado a finales de 2018 indicaba una inversión de $127.000 millones.
Comenzó el 2020 y también comenzó una nueva alcaldía de Bogotá. La alcaldesa Claudia López, junto con el Secretario de Seguridad, Hugo Acero, anunciaron recientemente que la obra terminará en 2021.
El nuevo Comando de la Metropolitana cuesta hoy unos $135.000 millones y se necesitarán al menos otros $45.000 mil millones para culminarlo. Desde que se inició ha cuadruplicado sus costos.
Por estos días el transeúnte que pasa por esta zona del occidente de Bogotá puede percibir un trabajo intensivo de grúas y constructores, pero aunque los ciudadanos ya ven avances significativos, permanecen escépticos sobre las nuevas fechas de entrega y para ellos aún sigue siendo un paquidermo de 32.000 metros cuadrados.