Un intolerante vendedor ambulante que bajaba cerveza con un ‘parcero’ dentro de una tienda en el barrio Britalia de la localidad de Kennedy en el sur occidente de Bogotá, mató a un humilde lavador de carros, porque supuestamente lo miró de reojo.
La víctima, identificada como Néstor Gallego García, de 45 años de edad, recibió ocho puñaladas por la espalda por parte del ‘ogro’, ya plenamente identificado, el cual, tras la mortal agresión, salió ‘espantado’ del sitio, para evitar ser capturado por las autoridades competentes.
Sandra Jiménez, cuñada del asesinado, dijo en la emisora La Cariñosa 610 AM que el esposo de su hermana, tras salir del lavadero de automotores donde trabajaba en la Avenida Primero de Mayo cerca al barrio Casablanca, acudió con un amigo a ese negocio, para bajarse unos tragos, sin saber que allí encontraría la muerte.
La señora Jiménez indicó en el noticiero Alerta Bogotá que el ser querido la estaba ‘pasándola bueno’, pero a eso de las 8:30 pm, dos tipos que estaban en una mesa cercana, lo ‘miraron rayado’ y al parecer le hicieron señas que ya volvían y efectivamente lo hicieron.
Uno de los 'malacarosos’, informal de oficio, cogió por sorpresa al embellecedor de naves y le clavó un puñal ocho veces en la espalda y en el cuello a ‘mansalva’ y con sevicia, que resultaron fatales, al afectar órganos vitales y el sistema circulatorio.
Mientras el agresor escapaba del lugar, el apuñalado era auxiliado por la dueña del ‘chuzo’ y luego llevado dentro de una patrulla de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog) a la sala de urgencias del Hospital de Kennedy, a donde llegó sin signos vitales.
Por la muerte de Gallego García, cinco niños menores de edad y una viuda quedaron desamparados, porque era Néstor, el que velaba por la familia y llevaba la ‘comidita’ a la casa.