Unas 63 personas, la mayoría campesinos de diversas partes del país, viven -literalmente- en la calle. Improvisaron carpas hechas con bolsas de basura porque aseguran que, luego de haber salido de sus tierras por la violencia, no tienen dónde vivir.
Kennedy, un señor de 60 años, dice que llegó a Bogotá desde Buenaventura hace ocho años. "Ahí cultivaba borojó, chontaduro. Tenía una finca con mis animales pero entonces me quitaron la tierrita (grupos insurgentes)", asegura.
Desde entonces ha vivido -o como dice él, ha sobrevivido- la gran mayoría del tiempo en Bogotá. Tiene su mujer y seis hijos que, según cuenta, viven ahora en Sogamoso, Boyacá.
"No puedo dejar que mis hijos vivan en la calle como yo. Esto es muy duro. El frío, el hambre, no tener dónde hacer nuestras necesidades... Es dura la indiferencia de la gente que nos humilla, que nos ven como delincuentes. Nosotros somos campesinos, no somos maleantes", aseguró.
Cuando habla de su situación, sus ojos se encharcan de lágrimas. Luego toma algo de fuerza y reclama por las ayudas que no le han llegado. "No somos personas para el Estado, somos peor que animales. No nos tienen en cuenta", afirmó.
"Me han dicho que nos van a ayudar pero todo se queda en palabras. Nos ponen a hacer trámites que a veces ni entendemos. ¿Qué Quiero? Quiero vivir dignamente, como estaba en Buenaventura. Con mi casa, mis animales, mi vida. Quiero pasar, lo que me queda de vida tranquilo, en paz. No quiero sufrir más", narró.
Como él, son decenas de historias de personas que llegaron a este lugar desde el pasado 30 de noviembre de 2020 a vivir a las afueras de la Embajada de Noruega. La mayoría cuenta que se quedó sin cómo pagar un arriendo y por eso decidieron vivir en la calle.
[AUDIO] El drama de un grupo de personas desplazadas viviendo en calles de Bogotá
"Fabián", como se hace llamar por seguridad, es otra de las persona desplazadas. Cuenta que llegó desde Norte de Santander hace ya uno nueve años. "Soy o era comerciante y por no pagar vacuna a los paramilitares, me tocó salir huyendo".
Explica que él y otras 60 personas decidieron llegar a acampar a las afueras de la Embajada de Noruega porque "como fue uno de los países garantes del proceso de paz con las Farc, queremos que ellos nos ayuden a ser garantes de la implementación de los acuerdos porque nos han incumplido como desplazados".
Por lo pronto, estas personas sostiene que esperan una respuesta y acciones concretas por parte de "las entidades del Estado que están creadas para acompañar a las miles de personas víctimas de la violencia en Colombia".