Las cámaras de fotodetección son dispositivos tecnológicos que supervisan el cumplimiento de las normas de tránsito, instalados en lugares clave donde ocurren más accidentes viales. 

Estas tienen el objetivo de disminuir la cantidad de víctimas, tanto fatales como heridas, que se producen debido al incumplimiento de normas, como el exceso de velocidad. 

Ante las múltiples acusaciones por el funcionamiento de estos dispositivos, la cuenta oficial en X de la Secretaría de Movilidad de Bogotá se dio a la tarea de responder las dudas más frecuentes.

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Desmintiendo mitos de las cámaras 

Las cámaras están diseñadas no solo para imponer sanciones, sino para salvar vidas. Contraria a la creencia de que estas no sirven, según sus números, se estima que en dos años han salvado 29 vidas anualmente gracias a su presencia, contribuyendo a una reducción del 25% en los siniestros con fatalidades. 

También, se han hecho más visibles en ese último año, la vocera de la Secretaría explica que “todas cuentan con una señalización vertical y en el piso que dice detección electrónica acompañada con un círculo rojo que resalta el límite máximo de 50 km por hora”.

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A diferencia de lo que se cree, estas cámaras no representa un beneficio económico para empresas privadas. La Secretaría Distrital de Movilidad es la única responsable del cobro de las infracciones, actuando de acuerdo con el estatuto tributario y el manual de cartera de la entidad. 

Además, antes de emitir cualquier comparendo, se revisan las evidencias para asegurar su validez y aunque se cuestiona su precisión, son sometidas a calibraciones periódicas que cumplen con los estándares del Ministerio de Transporte.