¿Por qué hay un 'corre-corre' en el Concejo de Bogotá para aprobar el POT?
En el Concejo de Bogotá se vive un ambiente de premura ya que por estos días se define el futuro de dos de los temas más importantes en el cabildo: las elecciones del próximo domingo 27 de octubre y la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Es que al mismo tiempo en que los concejales corren de un lado a otro haciendo campaña para permanecer en el cabildo o apoyar a otros candidatos, tienen sobre la mesa el proyecto que definirá las políticas que regirán el crecimiento y orden de la ciudad en los próximos doce años, afectando de manera directa a absolutamente todos los bogotanos.
Y todo esto en un tiempo récord, ya que máximo el próximo domingo 3 de noviembre, dentro de un poco más de una semana, se deberá votar la iniciativa en la plenaria del Concejo. De lo contrario, el Distrito tendrá la facultad de expedir el POT por decreto, cosa que genera resistencia en varios sectores.
Esto dado a que un proyecto como este, una vez radicado, tiene un lapso de 90 días para ser aprobado por los concejales. De no ser así, la administración queda con potestad de decretarlo. A la fecha, ya pasaron 80 días y solo restan diez para que venza la fecha límite.
Mientras muchos creen que, si bien la agenda es apretada para discutir los más de 500 artículos del POT, se puede dar bien la discusión con todas las garantías, otros prevén un eventual 'pupitarazo' o que simplemente no se pueda hacer la votación.
El proyecto todavía se encuentra en trámite en la Comisión de Plan de Ordenamiento. Este jueves terminaron las intervenciones de los concejales y, según comentó a RCN Radio Juan Felipe Grillo, el presidente de la comisión, este viernes se espera la participación de varios sectores de la ciudadanía.
Así las cosas, por la coyuntura de las elecciones, la votación en la comisión no podrá iniciar sino hasta el próximo lunes. Los más optimistas esperan que a más tardar el martes sea aprobado este primer paso. Tras esto, la discusión será trasladada a la plenaria, donde en apenas cinco días se deberá votar, con sesiones extraordinarias incluidas.
T
odo esto ha generado malestar en el Concejo, ya que, históricamente, los POT son presentados en los primeros años de la administración para tener el tiempo suficiente de trámite y la voluntad política. Sin embargo, la actual administración decidió hacerlo finalizando el periodo y como es de esperarse, muchos concejales alternan sus actividades en el cabildo con su tiempo de campaña.
Para algunos este espacio es demasiado corto, dado que, como suele suceder en debates importantes, se pronunciarán los representantes de todas las bancadas, además de aquellos concejales que quieran hacerlo (es probable que una gran mayoría quiera expresarse).
Pese a esto, Grillo es optimista: "Son muchas las iniciativas que son incluidas dentro de esta discusión y más allá de la premura del tiempo y del proceso electoral que hace que el debate no sea tan fácil, no puede ser una excusa para no darle las garantías a los ciudadanos y los concejales para pronunciarse como debe ser".
Y añadió: "El POT debe superar unas etapas las cuales se han estado surtiendo brindando garantías a todos los actores de todas las bancadas para que puedan transmitir sus posiciones y recomendaciones. Lo que se busca es que no se dé un 'pupitrazo'. Queremos darle respeto y protocolo al debate".
No tan optimistas son los sectores de oposición a la administración de Enrique Peñalosa, quienes ven que la situación da para dos escenarios posibles: 'pupitrazo' o decreto.
Así lo explica el concejal del Polo Democrático Celio Nieves: "Yo creo que el tiempo no alcanza, pero acá todo se puede acomodar. Pueden decir que hubo una discusión amplísima, que participaron todos los concejales, que hubo el tiempo suficiente. Cualquiera puede solicitar suficiente ilustración y se puede 'pupitrear', sin discutir artículo por artículo o en agrupamiento de los temas".
Similar es la posición del concejal del Partido de la U David Ballén: "No fue responsable por parte de la Alcaldía. Nada más hay que mirar el tema de las asistencias. El POT coincide con el año electoral y último año de gobierno. Este no es el momento de hacerlo".
Es precisamente este punto el que los detractores del POT ven con preocupación, ya que, consideran, hay puntos específicos que deben ser modificados, pero al no haber tiempo, podría derivar en decisiones que puedan afectar de manera negativa a los ciudadanos.
Pese a esto, y a las diferencias frente al proyecto, tanto quienes apoyan como quienes rechazan el POT parecen estar de acuerdo en realizar la votación en lugar de dejarlo en manos del Distrito para que sea un decreto, tal y como lo manifestó el concejal Ballén:
"El Concejo tiene una obligación clara: lo debe aprobar o lo debe negar. Pero acá no tenemos que escondernos detrás de la facultad de un alcalde de sacarlo por decreto. La ciudad no merece lo que está pasando ni que sea aprobado arbitrariamente por decreto por la irresponsabilidad de algunos funcionarios".