Habitantes de Bogotá y del municipio de la Calera (Cundinamarca) siguen afectados por por cuenta del cierre de la vía que comunica a ambos territorios después de un derrumbe que se dio en medio de las fuertes lluvias, a la altura del río Teusacá y el cual es atendido por las autoridades.
Desde la mañana del miércoles los ciudadanos han reportado demoras en sus trayectos. Fue habilitado un paso temporal para peatones, ciclistas y motociclistas, aunque es cerrado mientras se realizan algunas acciones en la zona.
“Siempre esto complica la llegada a trabajar y también muchas veces a la casa. Ha sido horrible y terrible, y la verdad es que el trancón ha sido monumental; desde la madrugada estamos bregando para llegar a Bogotá”, dijo un ciudadano en la zona.
“Todas las lluvias nos afectan bastante y también nuestra movilidad. Además, es peligroso porque uno con el derrumbe no sabe”, agregó una mujer, quien contó que debió transportarse hasta el derrumbe y de ahí cruzar a pie para buscar llegar a la capital colombiana.
Por su parte, las autoridades afirman que los trabajos continúan. El teniente coronel John Vargas, jefe de la seccional de Tránsito y Transporte de la Policía de Cundinamarca, aseguró que, junto a la concesión vial, se realizan los análisis para iniciar el trabajo que rehabilite el corredor.
“Se adelantan labores preliminares para determinar si es viable y seguro dar inicio a las actividades u operaciones de rehabilitación de la vía. No tenemos en este momento, a ciencia cierta, una hora aproximada para la apertura de la misma”, dijo el oficial.
Asimismo, Vargas recomendó a los conductores, para llegar a esa población aledaña a Bogotá, tomar la vía alterna por la Autopista Norte, que pasa por los municipios de Briceño y de Sopó, respectivamente.