Debido a la situación actual que se vive alrededor del mundo como consecuencia del Covid-19, la atención se ha fijado principalmente en la forma como se puede manejar la pandemia, dejando de lado otro tipo de enfermedades. Una de ellas, tiene que ver con el sarampión y su vacunación, ya que según la Organización Mundial de la Salud se ha alertado acerca de la suspensión masiva de su vacunación junto con la Poliomielitis en cerca de 80 millones de menores de edad, esto como consecuencia de la evaluación de las medidas para evitar posibles contagios del covid-19 en los países.
Adicional al temor que existe en la población por infectarse con este virus que no tiene vacuna, los expertos coinciden en afirmar que se ha generado un retroceso en cuanto a los logros para erradicar enfermedades infecciosas prevenibles como el sarampión que afectan puntualmente a los niños y niñas y que de alguna manera se están controlando en diferentes naciones.
En entrevista en la Tienda Ganadora que se emite por la Cariñosa, Silvia Bello, Gerente de inmunización de Compensar sostuvo que realizar la vacuna con tiempo de otras enfermedades es una forma de preparar a las regiones para suministrar la del COVID 19 una vez se constituya “el hecho que las personas se queden encerradas en casa evita el contagio con COVID, varicela, sarampión o influenza pero si aparece ese riesgo por una mala práctica o contacto con la comunidad, esto contagiará al menor de edad con todas estas enfermedades pero con la ventaja que existen vacunas“
En cuanto al contexto nacional, es necesario recordar que dos años atrás, se presentó una alerta por la posible importación de casos de sarampión como se vivió en Medellín con la llegada de un niño que no contaba con su vacunación, requiriendo atención médica dados los síntomas que presentó. Aunque luego fue decretado como territorio libre de sarampión y rubeola por la OMS, el llamado fue y es a mantener los esquemas de vacunación pues es una de las enfermedades 100% prevenibles con su suministro.
Por lo anterior, estos esquemas de vacunación deben llevarse a cabo sin generar aglomeraciones para cuidar la salud de los pacientes y del personal de salud y se puede lograr, generando citas previas para hacer presencia en las unidades móviles y de vacunación para quienes hacen parte de las poblaciones priorizadas.
Estas vacunas contra el sarampión, la rubeola y la influenza, no tienen costo y hacen parte del Plan Ampliado de Inmunización, lo que garantiza su fácil acceso.
“Es importante que el momento de vacunar sea un momento en el que no hayan estado expuestas las personas a contagio o contacto con pacientes sospechosos o diagnosticados con COVID-19 u otras enfermedades. Su salud debe estar estable al momento de suministrar las vacunas. También, debe portar los elementos de protección y acatar los protocolos de bioseguridad dentro del establecimiento médico” concluyó la doctora Bello.