Cortes de agua de dos días seguidos: medidas extremas que tomarían las autoridades para el 2025
La situación del suministro de agua en Bogotá se vuelve cada vez más crítica. Según un reciente informe de la Personería de Bogotá, el embalse de Chuza, que es uno de los principales reservorios que abastecen a la capital, podría alcanzar niveles alarmantes, cayendo hasta el 18 % de su capacidad para marzo de 2025. Esta advertencia ha encendido las alarmas sobre un posible racionamiento estricto que afectaría a millones de ciudadanos y generaría un impacto significativo en diversas actividades económicas y sociales.
El embalse de Chuza es vital para el sistema hídrico de Bogotá, y su descenso en los niveles de agua se debe a una combinación de factores climáticos adversos y un aumento en la demanda del recurso. La Personería ha solicitado información detallada a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) sobre el estado actual del embalse y las proyecciones a corto plazo. Este requerimiento incluye datos sobre la capacidad de producción, la demanda histórica y las estrategias implementadas para mitigar el impacto del racionamiento.
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Medidas urgentes ante la crisis hídrica
Las autoridades locales han comenzado a contemplar medidas drásticas para enfrentar esta crisis. Se prevé que, si los niveles del embalse continúan disminuyendo, se implementarán cortes en el suministro que podrían llegar a ser de hasta dos días sin agua en algunas zonas de la ciudad. Esta situación no solo afectará a los hogares, sino también a sectores industriales y comerciales que dependen del agua para sus operaciones diarias.
El Acueducto de Bogotá ha señalado que, aunque las lluvias recientes han aportado algo de alivio, los embalses todavía están por debajo del umbral crítico. Actualmente, los niveles se encuentran alrededor del 43.36 %, lo que representa un riesgo considerable si no se toman medidas efectivas para conservar el recurso hídrico. La comunidad está siendo instada a adoptar prácticas responsables en el uso del agua para ayudar a mitigar esta crisis inminente.
La Personería ha enfatizado la necesidad de una respuesta coordinada entre las autoridades y la ciudadanía para enfrentar esta crisis. La transparencia en la gestión del agua es crucial para garantizar que todos los sectores estén informados y puedan colaborar en la conservación del recurso.