Deciden el futuro de las cámaras salvavidas: ajustes beneficiarían a conductores

En las principales ciudades del mundo, las cámaras de fotomultas se han convertido en una herramienta crucial para controlar el tránsito y garantizar la seguridad vial.

Sin embargo, su efectividad ha sido puesta en duda por diversos sectores, que argumentan que, lejos de reducir los accidentes, estas cámaras se han transformado en un negocio.

El uso de estas cámaras está regulado por la Ley 1843 de 2017, que establece los criterios para la instalación de dispositivos electrónicos de control de tránsito.

Según esta normativa, las cámaras deben contar con la autorización del Ministerio de Transporte y deben estar acompañadas de señales visibles que alerten a los conductores sobre su presencia.

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¿Qué infracciones detectan estas cámaras?

Las cámaras de fotomultas son capaces de identificar diversas infracciones de tránsito, que sancionan al vehículo mediante la placa. Entre estas se incluyen:

• Superar el límite de velocidad permitido.
• No disminuir la velocidad en áreas cercanas a escuelas.
• No detenerse ante un semáforo en rojo.
• Circular durante las horas de restricción del Pico y Placa.
• Conducir sin el SOAT vigente.
• No realizar la revisión técnico-mecánica dentro de los plazos establecidos por la ley.

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Controversia del uso de las cámaras de fotomultas

A pesar de la intención de mejorar la seguridad vial, la concejal Diana Diago ha señalado que estas cámaras no han tenido un impacto real en la disminución de los accidentes y, en su lugar, han sido utilizadas como una fuente de ingresos para la administración distrital.

Diago destaca que, aunque el número de comparendos ha aumentado, la tasa de accidentes no ha disminuido, y en 2023 se registró un aumento del 78% en los incidentes de tránsito en comparación con 2020.

Además, la concejal denunció la existencia de cámaras "escondidas" que no cuentan con las señales visibles exigidas por la normativa.

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¿Cuál será su futuro?

En una reciente sesión del Concejo de Bogotá, se aprobó un proyecto de la concejal para reformar el uso de las cámaras de fotomultas en la ciudad, con el fin de mejorar su transparencia y eficacia.

El proyecto aprobado establece cuatro modificaciones clave: la identificación clara de las cámaras, la divulgación de la tecnología utilizada, la implementación de campañas de sensibilización y el control en zonas específicas como cruces y áreas de estacionamiento prohibido.

El acuerdo ahora espera la sanción del alcalde Carlos Fernando Galán para su promulgación definitiva.