Duro tatequieto a empresa que robaba agua: las consecuencias serían aterradoras
El pasado miércoles 28 de noviembre, Bogotá se sacudió con la noticia de un escándalo relacionado con el uso ilegal de agua. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), en coordinación con la Alcaldía Local de Fontibón y la Policía Nacional, desmanteló una operación clandestina que llevaba al menos una década robando agua.
Según las autoridades, una empresa ubicada en el barrio Montevideo habría generado conexiones ilegales que permitieron extraer agua de la red principal, acumulando un fraude superior a los 2.000 millones de pesos. Esta actividad ilícita afectaba la presión del servicio, perjudicando a los habitantes de la zona.
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Durante el operativo, se descubrió una conexión ilegal que abastecía un establecimiento dedicado a comercializar agua de forma clandestina mediante carrotanques. La EAAB informó que los responsables utilizaban una electrobomba con un sistema de insonorización conectada a una tubería de PVC. Este mecanismo permitía extraer el agua sin ser detectados, defraudando más de 240.000 metros cúbicos de agua potable en los últimos años.
¿Qué sanciones enfrentarán los responsables?
La intervención de la Policía permitió incautar tres tanques de almacenamiento, cada uno con capacidad de 150 metros cúbicos, y dos carrotanques, uno de ellos cargado con agua obtenida ilegalmente.
La EAAB aseguró que los implicados enfrentarán cargos por defraudación de fluidos, un delito que contempla penas de prisión entre 16 y 72 meses, además de multas que superan los 150 salarios mínimos legales vigentes. Este operativo forma parte de una estrategia más amplia de la empresa para prevenir el robo de agua y proteger las finanzas de la ciudad y sus habitantes.
Un robo que afecta a toda la ciudad
El impacto de este delito va más allá de los millones defraudados. Los bogotanos ya enfrentan restricciones en el suministro de agua debido a la disminución de los niveles en el embalse de Chingaza, que abastece a gran parte de la capital. Aunque las lluvias recientes han mejorado la situación, el robo sistemático de agua agrava el panorama, retrasando los esfuerzos por garantizar un suministro estable para todos.
La comunidad expresa su preocupación por cómo estos delitos afectan tanto a las finanzas públicas como a los recursos naturales. Cada metro cúbico robado representa no solo una pérdida económica, sino también una amenaza al acceso equitativo al agua en una ciudad que ya enfrenta desafíos climáticos y ambientales.
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Una lección para la ciudad
El operativo en Montevideo es un recordatorio de la importancia de proteger los recursos hídricos. La EAAB ha reiterado su compromiso de combatir este tipo de delitos mediante la vigilancia constante y la cooperación con las autoridades. Además, invita a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con el uso ilegal de agua.
En un contexto de cambio climático y creciente demanda de servicios básicos, el agua se convierte en un recurso aún más valioso. Este golpe al fraude de fluidos no solo busca justicia, sino también generar conciencia sobre la necesidad de un manejo responsable y transparente de los recursos hídricos.