En un país donde más de 22 millones de ciudadanos tienen cuentas activas en aplicaciones como Uber, DiDi, Cabify y Picap, el uso de estas plataformas sigue generando controversia. Aunque estas aplicaciones operan dentro de un marco legal, muchos de los vehículos vinculados a ellas no cuentan con la autorización estatal requerida para prestar servicios de transporte, lo que ha puesto a conductores y usuarios bajo el ojo de las autoridades.
Multa millonaria: Fuerte castigo a quienes usan Uber, DiDi y otras apps
Multas y sanciones en 2024
El Ministerio de Transporte recordó que el servicio público de transporte debe cumplir con estrictas normativas para garantizar la seguridad y la calidad. Aquellos conductores que ofrezcan servicios a través de aplicaciones sin la debida autorización están incurriendo en una infracción contemplada en el Código Nacional de Tránsito bajo el numeral D12.
Las sanciones incluyen:
- Una multa de $1.300.000.
- La inmovilización del vehículo utilizado para prestar el servicio.
Además, usuarios que sean identificados usando estos servicios también podrían enfrentar multas económicas, según explicaron fuentes cercanas al Ministerio.
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¿Frenar la tecnología o regular el servicio?
La posición del Ministerio es clara:
"No estamos en contra del desarrollo tecnológico, pero las aplicaciones deben ajustarse a las condiciones técnicas y jurídicas establecidas para el transporte público" afirmó un portavoz.
Sin embargo, esta postura contrasta con la realidad de miles de conductores que dependen de estas plataformas para su sustento diario. En un país con altas tasas de desempleo, las aplicaciones de transporte han brindado una alternativa económica para muchas familias.
Clamor ciudadano por regulación
Usuarios y conductores exigen al Gobierno Nacional avanzar en la reglamentación de estas plataformas, de modo que se protejan los derechos de los trabajadores y se permita la prestación del servicio bajo condiciones justas.
"Esto no es solo un trabajo para mí, es el sustento de mi familia. Si el Gobierno no regula pronto, vamos a quedar en la ilegalidad sin tener otra opción", comentó Luis Camargo, conductor de una de estas plataformas en Bogotá.
Por su parte, los usuarios ven en estas aplicaciones una alternativa necesaria ante las deficiencias del transporte público tradicional.
"A veces el servicio de taxis no es suficiente o no es seguro. Necesitamos más opciones, no menos", señaló Daniela Morales, usuaria habitual de DiDi.
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¿Qué sigue?
El debate sobre la legalidad de las aplicaciones de transporte sigue siendo un tema pendiente en la agenda legislativa. Mientras tanto, los operativos de tránsito continúan, y tanto conductores como usuarios podrían enfrentar sanciones si no cumplen con las normativas vigentes.
Para muchos, la solución está en la mesa del Gobierno: una regulación que permita coexistir las plataformas tecnológicas con el transporte público tradicional, garantizando seguridad y oportunidades para todos los actores.