La Personería de Bogotá emitió una alerta sobre la acumulación de más de 28,000 teléfonos celulares incautados que han estado almacenados en las 21 estaciones de Policía de la ciudad desde hace hasta siete años. Esta situación generó preocupación, ya que algunos de estos dispositivos podrían estar siendo utilizados por delincuentes.
El personero de Bogotá, Andrés Castro Franco, destacó que hasta el 26 de septiembre de 2024, se contabilizaban 28,939 celulares en custodia, muchos de los cuales fueron recuperados en operativos, labores de patrullaje y acciones en flagrancia tras su hurto.
Sin embargo, la falta de un procedimiento claro para la identificación de los propietarios ha dificultado su devolución. De hecho, solo el 1.4% de los dispositivos recuperados han sido devueltos a sus dueños.
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La estación de policía de Fontibón es la que presenta el mayor número de celulares acumulados, con 5,140 dispositivos, seguida por las estaciones de Suba (3,987), Bosa (2,860), Rafael Uribe (2,839) y Kennedy (2,602).
Castro Franco mencionó que, según el decreto 1007 de 2022, los elementos decomisados por la Policía deberían pasar a la administración distrital después de dos meses, pero esta norma no se ha aplicado en ninguna de las estaciones visitadas. La ausencia de un sistema efectivo de gestión llevó a que los celulares acumulen polvo en cajones, gavetas y canastas, sin un seguimiento adecuado.
Los datos recopilados muestran que las estaciones de policía también acumulan dispositivos desde 2017. Por ejemplo, la estación de Ciudad Bolívar tiene 1,547 celulares; Usaquén, 1,396; y Santa Fe, 1,325. La situación es similar en otras localidades, donde los teléfonos han estado guardados sin que se lleven a cabo las gestiones necesarias para su devolución.
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La Personería de Bogotá pidió a las autoridades a implementar un sistema más eficiente para la identificación de propietarios y la devolución de los dispositivos, así como a establecer protocolos claros para la gestión de celulares incautados.
"La acumulación de estos dispositivos no solo representa un problema logístico, sino que también plantea riesgos de seguridad en el contexto actual de delincuencia", concluyó.