Ciudadanos ya no sufrirán por trancones en la avenida 68: Obra estaría lista pronto

En medio de los esfuerzos por mejorar la movilidad en la ciudad, un proyecto de infraestructura clave está cerca de ver la luz: el puente de la avenida carrera 68 con calle 26. Esta obra, parte del Grupo 5 de la ruta alimentadora de la primera línea del metro de Bogotá, promete aliviar significativamente los trancones que afectan a diario a miles de ciudadanos.

Con una inversión que supera los 230 mil millones de pesos y un avance del 84.8%, el puente de la carrera 68 con calle 26 es una de las piezas centrales de este ambicioso proyecto. Con una longitud de 396 metros, esta estructura se erige como un paso crucial para mejorar la conectividad y la fluidez del tráfico en una de las vías arteriales más importantes de la ciudad.

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El Director del Instituto de Desarrollo Urbano, Orlando Molano, ha anunciado a través de sus redes sociales que el puente presenta un gran avance en su construcción y estará listo para su funcionamiento muy pronto. Más de 200 personas trabajan a diario en este proyecto, que también incluye la construcción de 1.04 km de vías, 1.35 km de ciclorrutas, 12,180 m2 de espacio público y 6,600 m2 de zonas verdes en la avenida carrera 68.

Entre las características más destacadas de esta obra se encuentra un ciclodeprimido sobre la calle 26, que ofrecerá un espacio seguro para los ciclistas y mejorará la movilidad en la zona. Además, se llevarán a cabo obras complementarias como la rehabilitación de puentes existentes, la construcción de intersecciones elevadas para el transporte público y la renovación del espacio urbano.

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La finalización de este puente representa un gran alivio para los ciudadanos que enfrentan largos tiempos de desplazamiento debido a los trancones en la avenida 68. Con nuevas rutas habilitadas y una mayor fluidez del tráfico, se espera mejorar significativamente la calidad de vida de quienes transitan por esta importante vía de la ciudad.

En resumen, el puente de la carrera 68 con calle 26 no solo será una pieza clave en el sistema de transporte de Bogotá, sino que también contribuirá a la transformación positiva del entorno urbano y la experiencia de movilidad de sus habitantes.