Bogotá no solo es la capital de Colombia, sino también una de sus ciudades más grandes, gracias a la incorporación gradual de nuevas localidades y al crecimiento de los municipios aledaños que se han vuelto esenciales para su dinámica. Esto ha hecho que muchos habitantes que trabajan o viven en municipios cercanos busquen una solución práctica y eficiente para movilizarse diariamente hacia la ciudad.
Este aumento en el tránsito de personas ha generado importantes problemas de transporte para Bogotá, ya que la infraestructura actual no logra responder a la demanda de los bogotanos y de los habitantes de los municipios vecinos. Para abordar esta situación, la Gobernación de Cundinamarca ha promovido varias iniciativas que buscan aliviar la congestión y mejorar la movilidad en la región. Sin embargo, los costos y retrasos en estos proyectos han generado más complicaciones de las esperadas.
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Regiotram: avances decepcionan
Entre las alternativas más comentadas para mejorar la movilidad está el Regiotram de Occidente, un sistema de tren ligero que conectará a Bogotá con varios municipios de la Sabana, como Facatativá y Funza. Impulsado por la Gobernación de Cundinamarca, este proyecto se presenta como una solución a largo plazo para la movilidad regional. No obstante, aunque la idea ha sido bien recibida, los avances en su construcción han sido menores de lo esperado.
De acuerdo con los últimos reportes de la Gobernación de Cundinamarca, las obras del Regiotram de Occidente solo han alcanzado un 20% de avance hasta la fecha. Con este ritmo, se proyecta que el sistema de transporte podría estar completamente listo para 2026. Esta noticia ha generado cierta frustración, pues los ciudadanos esperaban que la obra avanzara más rápidamente, dada su urgencia para mejorar la movilidad.
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Esta situación preocupa tanto a los ciudadanos como a las autoridades, ya que se estima que el Regiotram de Occidente podría beneficiar a aproximadamente 130.000 personas diariamente, quienes reducirían su tiempo de traslado entre Bogotá y los municipios de la Sabana en hasta un 60%.
A pesar de los retrasos, el optimismo por los beneficios del Regiotram se mantiene. Se espera que este sistema no solo mejore la movilidad, sino que también impulse el desarrollo económico y la calidad de vida en Bogotá y sus alrededores. Los ciudadanos confían en que para 2026, con la inauguración del Regiotram y otros proyectos de infraestructura previstos en la capital, la ciudad y sus municipios vecinos experimenten un cambio significativo en su sistema de transporte y en la reducción de los niveles de congestión.