A meterse la mano al ‘dril’: confirman por que la factura del agua llegaría más cara

Después de 15 días de suspensión del racionamiento de agua, Bogotá y 11 municipios de Cundinamarca retoman medidas para el uso responsable del recurso hídrico. Según el Distrito y la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAAB), esta acción es clave para garantizar las reservas necesarias y evitar inconvenientes en el suministro durante 2025.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, había suspendido el racionamiento desde el pasado 23 de diciembre de 2024 hasta el 6 de enero de 2025, debido al ahorro habitual en el consumo de agua durante la temporada vacacional, cuando muchos ciudadanos salen de la ciudad.

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Estado del sistema Chingaza y la amenaza del "día cero"

El sistema Chingaza, que incluye los embalses de Chuza y San Rafael, registra un nivel de llenado del 46,58%. No obstante, el Distrito advirtió que, si este porcentaje baja al 36%, se declararía el temido "día cero". Esto implicaría implementar racionamientos diarios para garantizar el suministro.

Para completar los turnos pendientes del ciclo 24, el racionamiento se extenderá hasta el 11 de enero de 2025, mientras que el ciclo 25 iniciará con el turno 1 el 12 de enero.

¿Subirá la factura del agua en Bogotá?

Según la gerente de la EAAB, Natasha Avendaño, la situación hídrica actual es más favorable que en el mismo período de 2024. “Hoy, en el sistema Chingaza, tenemos 17 millones de metros cúbicos más de lo que teníamos en esta misma fecha el año pasado. Esto significa que estamos en una situación mucho mejor en términos de capacidad de agua para abastecer la ciudad”, explicó Avendaño.

Sin embargo, la funcionaria señaló que el aumento en la tarifa del agua no es una decisión de los prestadores del servicio, sino de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA).

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Razones para un posible incremento en la tarifa

De acuerdo con Avendaño, si la CRA determina una reestructuración de las tarifas debido a condiciones de sequía, las empresas prestadoras deben aplicar los mecanismos establecidos. Entre ellos se encuentra el desincentivo al derroche, que ya implementó la EAAB anteriormente.

Al respecto, la gerente puntualizó: “nosotros cobramos hasta la fecha en que estuvo vigente el desincentivo. Así, la tarifa puede funcionar como una señal de precio para disminuir el consumo. Incrementar el precio del recibo es una decisión del regulador, que lo estructura y activa según las condiciones climáticas que lo requieran”, concluyó.

Con estas medidas, el Distrito busca garantizar el suministro hídrico para la capital y mitigar el impacto de posibles sequías en 2025.